Conforme publiqué días antes, la “Asociación Irmáns Suárez Picallo”, de Sada (La Coruña), activa entidad cultural que preside mi buen amigo Paco Pita, también presidente del Orfeón Herculino, organizó un homenaje póstumo en recuerdo del extraordinario pintor sadense Eduardo Fernández Rivas, destacado escritor, conferenciante, y colaborador en diversos medios informativos. Eje importante de este más que merecido homenaje fue José-Francisco Fernández Rivas, el popular y creativo “Farruco”, hermano de Eduardo. Yo tuve el honor de participar en este singular evento, al que corresponde la fotografía que ilustra esta información, en la que aparezco con los dos mencionados y con Juan-Manuel Sánchez-Quinzá Torroja, Catedrático de la Universidad de La Coruña y ex profesor de Eduardo en la Universidad Senior coruñesa. El acto se desarrolló en la primera planta del bello edificio modernista de “La Terraza” de Sada, que estaba a rebosar de público. Entre los familiares presentes debo destacar a Pepita Rivas, madre de Eduardo; a Eduardo, sobrino y ahijado del eximio pintor; y a Luli, cuñada del homenajeado; excusando la asistencia de su otro sobrino, Carlos. Presentó y dirigió el acto, con sumo acierto y concreción Paco Pita. A continuación, intervino Farruco, destacando que su hermano dejó en su estudio nada menos que 160 cuadros, terminados. Sánchez-Quinzá realizó una soberbia semblanza intelectual del homenajeado, y relató su estrecha relación académica y personal. Y yo tuve el honor de cerrar las intervenciones, con un breve recorrido por las facetas más sobresalientes del extenso y destacado currículo de Eduardo Rivas al que me unía una gran amistad. Como colofón, hubo sendas “laudatios” de Ernesto Anido, ex Alcalde de Sada, y del actual Alcalde, Óscar-Benito Portela. ¡Chapó!. (Foto: Lajos Spiegel)