Excelente y complementaria, es la exposición que en la galería coruñesa “Artbys” nos ofrecen los escultores Tino Canicoba, Xosé-Manuel Castro y Miguel Couto (en la foto, en unión de Camilo Chas), en madera, bronce y piedra. Un total de 21 obras (7 por cada artista) integran la soberbia muestra inaugurada anteayer y que podremos contemplar hasta el 5 de mayo. Hay también una subasta a favor de la Cocina Económica, con obras de Víctor Sanjuán, Valdés y Fernando Pereira, y un botijo de Sargadelos. Las esculturas de Tino, realizadas en madera policromada, enlazan con la mejor tradición, para actualizarla y darle nueva vida. Sus obras muestran las cicatrices de la motosierra, en un lenguaje figurativo con marcadas tendencias expresionistas, mostrándonos la realidad del ser humano, sin adornos ni tapujos. Nos hablan de los sentimientos humanos, la soledad, el desamparo… mostrándonos su capacidad de empatía con los sufrimientos ajenos. La trayectoria profesional de Castro es extraordinaria. Vive aislado en su casa de piedra, su bosque de carballos y castaños, y su taller. Pero, gracias a Internet, su obra llega a todos los rincones y recibe encargos de países insospechados. Sus esculturas, de una originalidad sorprendente, se caracterizan por una enorme calidad técnica y un diseño único. Sabe aprovechar todas las posibilidades de cada tipo de piedra: granito, seixo, pedra morceña, y potenciarlas con juegos de pulidos, texturas y rugosidades. La obra de Miguel Couto, predominantemente en bronce, de tendencia figurativa, aunque no fotográfica, tiene dos ejes: el ser humano y los animales, y entre estos destacan las ballenas de Malpica o las fantásticas colas de ballena. Y, para modelarlas en barro no precisa de dibujos previos, para posteriormente hacer el vaciado previo a la fundición, que realiza él directamente en su taller. (Foto: Rafa Magán)