Anda la afición inquieta con los posibles (y necesarios) fichajes del Depor para la temporada que comienza. Si en términos absolutos existe cierta ansiedad, en términos comparativos las impresiones son más optimistas. La pasada campaña la situación era inquietante: un cambio de entrenador precipitado, una plantilla sin confeccionar y la incertidumbre que provocaba la vuelta a la máxima categoría con un presupuesto de crisis y una complicada situación económica.
Este año pinta mejor para lograr el objetivo de afianzarse en la categoría sin necesidad del Vía Crucis vivido recientemente. Un entrenador “de la casa” que conoce al equipo y sus carencias. También el cuerpo técnico ha sabido descartar a los futbolistas que el año pasado no tuvieron el resultado esperado y retener a muchos de los que cumplieron las expectativas. Otro factor favorable es que se ha empezado la casa por el tejado, esto es, reforzando los puestos de la zaga. Falta acometer la reforma de la línea medular y buscar más opciones para el ataque, muy poco productivo en la pasada temporada.
Pero uno de los casos más sorprendentes en estos asuntos de fichajes ha sido el descarte de Julio Rey, una apuesta joven para el Fabril, por culpa de un desafortunado tuit que publicó hace unos años en Twitter, un caso que recuerda al concejal del ayuntamiento de Madrid por uno comentarios –estos no desafortunados sino lo siguiente- que difundió en la misma red mucho antes de acercarse a la política.
Cada vez es más habitual que los clubes tengan muy presente, además de la calidad, el factor humano y la conexión con la grada de los nuevos jugadores, una combinación que si funciona tiene beneficios extras (véase el ejemplo de Lucas Pérez) o desventajas. Por eso resulta difícil contratar a un futbolista que antes de fichar ya tienen una serie de agravios hacia el club y la ciudad.
El caso de futbolista arousán llama la atención porque cuando escribió aquel comentario tenía 17 años, una edad, por lo general, en la que la madurez todavía no ha tomado posiciones en la cabeza del adolecente. Un asunto que nos hace pensar en la cantidad de personas que utilizan Twitter pensando que es algo privado o cerrado a su grupo de seguidores, donde no perciben al resto de la audiencia y desconocen las consecuencias, incluso legales, de sus acciones. Hay que recordarles que Twitter es una red social en donde personas que no conocen pueden llegar a ver sus comentarios.
Da pena ver como un deportista prometedor como Julio Rey, por un error propio de la inmadurez de la edad, se cierre una puerta que podía proyectarlo a Primera División. Sirva este lamentable suceso para recordar que los únicos responsables de lo que se publica en una cuenta de Twitter son quienes lo escriben, solamente ellos y nadie más que ellos.
Godfried Bogaard, experto en redes sociales, afirma que “en el pasado tú eras lo que tenías, ahora eres lo que compartes”. Así que mucho cuidado con lo que se publican en las redes sociales porque muchas veces el pasado no sólo es historia.
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