El partido que disputa hoy el Deportivo en Riazor ante el decano de los equipos españoles se puede considerar de vital importancia de cara a conseguir el ascenso a la máxima categoría del fútbol nacional. No podemos esperar a que otros candidatos al ascenso fallen como en jornadas anteriores, esta vez tenemos que hacerlo bien, no puede haber fallos pues el tiempo pasa y podemos quedarnos sin tiempo de reacción. Conocemos esta situación y debemos impedir que nos pase lo mismo que nos pasó en los dos últimos descensos cuando dejamos los deberes para última hora.
Llega el momento de luchar todos juntos, y cuando digo todos me refiero a plantilla, cuerpo técnico, empleados, consejo de administración, veteranos, peñas, socios, accionistas, aficionados y demás miembros de la familia blanquiazul. Ahora cada uno de nosotros tenemos que asumir el papel y las responsabilidades que nos corresponden como deportivistas comprometidos. Tener sangre blanquiazul conlleva implícita la misión defender a toda costa los intereses y valores de nuestro querido Depor. Y en esto debemos estar si queremos ascender.
En este momento nadie se puede esconderse y evidentemente los profesionales con mayor responsabilidad deben tomar el mando ejerciendo el papel de líderes, haciendo de guía por el camino que nos lleve a seguir líderes de la categoría. Los tres puntos que nos jugamos hoy ante el Recreativo de Huelva pueden ser cruciales en lo que a conseguir el ascenso directo se refiere.
El míster Fernando Vázquez es el primero que debe concienciar y motivar a la plantilla de jugadores de lo importantísimo que es ganar este partido, insisto hoy no se puede fallar para que el plan de viabilidad del club se haga fuerte. Hombres como Carlos Marchena, Manuel Pablo, Alberto Lopo, Germán Lux deben capitanear esta batalla, su veteranía los avala en esta misión, pues el haber participado en múltiples experiencia llenas de tensión los hace piezas fundamentales en momento como este. Los Ínsua, Laure, Seoane, Bergantiños, Juan Carlos, Juan Domínguez y Luis que conocen la casa a la perfección tienen la misión de apoyo, fuerza, bravura y sentidiño durante, antes y después del duelo.
Los que acaban de llegar deben sentir que su aportación será vital en la historia del Real Club Deportivo de La Coruña, y la afición debe creer en su equipo, escenificando esta fe animando sin desmayo en pro de salvaguardar los intereses de un Depor que pronto volverá a estar entre los grandes.
¡Foza Depor ¡