Allá por el verano pasado, cuando el nuevo descenso del Deportivo ya era un hecho y ya lo íbamos asimilando, se me ocurrió escribir un artículo haciendo unas pequeñas cuentas de la lechera y sondear las posibilidades de ascenso para el ejercicio siguiente. Observé la plantilla que teníamos, las bajas que iba a haber, los jugadores que permanecían en la plantilla por tener contrato en vigor y, por fin, analizar los puestos en los que serían necesarios refuerzos. Y nada, que me salía una plantilla apañada. A falta de los fichajes que llegasen, teníamos en plantilla a Aranzubía, a Manuel Pablo, a Aythami, Ayoze, Laure, Paulo Assunçao,Zé Castro, Juan Dominguez, AlexBergantiños y, sobre todo, Bruno Gama, entre otros. Faltaban muchos jugadores para completar la plantilla, pero la base era bastante buena como para poder tener aspiraciones de ascenso por la vía rápida. Alguno podría marcharse, lógico, pero no pensaba que sucediera lo que pasó después.
Y pasó. También se fueron muchos futbolistas con contrato en vigor y la plantilla quedó todavía más coja. Después vinieron varios futbolistas nuevos (Rudy, Culio…), otros que retornaron (Arizmendi, Fabricio) y otros que volvieron tras causar baja el 30 de junio (Marchena, Lux y Kaká). Muchos cambios en muy poco tiempo. Se sabía que la plantilla cambiaría mucho al tener tantos futbolistas cedidos y haberse consumado el descenso, pero no hasta el extremo de que 20 futbolistas que formaron parte del equipo el año pasado ya no estén a día de hoy en la plantilla.
Y llegó el mercado de invierno y otra vorágine en forma de altas y bajas. Se sabía que la plantilla era corta y que llegarían futbolistas, pero no lo que luego sucedió: llegaron hasta seis jugadores y se marcharon otros. Tres futbolistas (Kaká, Culio y Rudy) que se presentaron en verano y que tuvieron distinta suerte en el equipo hacían las maletas y se marchaban a los pocos meses. De locos. Y para rematar la faena, Salomao que se presentaba por tercera vez con la camiseta deportivista (y ojalá sean muchas más, dicho sea de paso).
Mucho ha cambiado la plantilla deportivista en poco más de año y medio. La situación institucional y los topes salariales así lo han provocado. Cesiones, fichajes a coste cero,… el mundo del fútbol ha cambiado mucho y hay que entenderlo. Echando cuentas, entre la temporada pasada y lo que llevamos de esta, han formado parte de la plantilla del Deportivo un total de 48 jugadores (y seguro que me olvido de alguno). Una locura impensable no hace muchos años. Jugadores que vienen y se van en un corto espacio de tiempo. Seguramente, no pasará mucho tiempo antes de que la gente se olvide de nombres como Tiago Pinto, Roderick, Assunçao, y otros tantos. El caso es que las cosas son así y hay que adaptarse. No queda otra.
El otro día, un amigo mío, al ver en la plantilla a Fabricio, a Lopo y a Arizmendi, se le ocurrió decir si no sería descabellado pensar que algún día podrían regresar ese Guardado, al que el Valencia acaba de ceder, o –por soñar que no quede- a Bruno Gama, que no está jugando en el Dnipro todo lo que él quisiera. Puede parecer una locura o un chiste, pero yo ya no descarto nada visto lo visto.
Y mientras tanto, la liga que sigue. Parece que se ha roto un poco la clasificación por arriba. Hay la misma diferencia de puntos entre el tercero y el quinto, 8 puntos, que entre este mismo quinto puesto y el colista. Una vez más tenemos una gran oportunidad para abrir brecha y demostrar que los veintipocos futbolistas actuales de la plantilla son los mejores de la categoría. FORZA DEPOR!