Este verano pasado, cuando conocimos el calendario de la Segunda División de esta temporada, quien más quien menos echó de menos alguna fecha señalada, ese partido marcado en rojo por motivos estrictamente deportivos. Estaba el partido contra la UD Las Palmas por la vuelta de Valerón a Riazor, estaban también los partidos ante los Zaragoza, Mallorca y otros rivales que a priori  lucharían por el ascenso, pero nada más. Se pensaba que iba a ser un año duro por la entidad de los equipos que formaban la categoría de este año (aunque luego el devenir de la temporada nos ha demostrado lo contrario), pero se echaba de menos el partido contra el Madrid, el Barça, el derby contra nuestro eterno rival del sur… no había, en definitiva, ningún partido que nos garantizara el lleno en Riazor.

Y he aquí que este domingo es posible que se registre ese lleno. Dicen que serán alrededor de 6000 los gijoneses que se desplacen a Riazor a animar a los suyos. Se puede decir que este partido será el “derby” que nos ha quedado para este año. Si a ello le añadimos que los dos equipos copan las primeras posiciones de la clasificación pues ya tenemos la expectación creada.

Mucho se está escribiendo esta semana y entre todo ello me ha llamado la atención un titular que leí hace un par de días en la prensa: el Deportivo no le gana al Sporting desde 1998, esto es, hace ya la friolera de 16 años.

Siendo cierto el titular, también habría que matizar que los dos equipos solo coincidieron en la misma categoría en tres ocasiones antes de esta. Es decir, que de la presunta mala racha sólo habría que referirse a unos pocos partidos, algunos de infausto recuerdo por lo nefasto del arbitraje. Pero vaya, es como si mañana sale alguien diciendo que el Real Madrid sólo ganó una vez en Riazor en más de 40 años (de la 68-69 a la 2009-10). El titular sería cierto, pero claro, luego habría que “retocarlo”, para que no parezca lo que no es.

Aquella temporada 97-98 el Sporting descendió a Segunda tras realizar una temporada horrorosa. Esa victoria del Deportivo fue en la última jornada de liga, con los dos equipos sin nada que jugarse. Ganó el Deportivo por 0-3, con doblete de Bassir y Nuno que paró un penalti. Más peliagudo fue, en cambio, el partido de Riazor que cerraba la primera vuelta.

Llegaba el equipo asturiano ya desahuciado cuando ni se había consumido la primera vuelta. Sólo tenía 3 puntos, fruto de 3 tristes empates, y 15 derrotas. Enfrente, nuestro RC Deportivo que, sin llegar al naufragio gijonés, estaba realizando otra temporada malísima: solo 2 victorias en 18 partidos y 10 empates, instalado en puestos de promoción de descenso y sin recuperarse del mazazo de la espantada de Rivaldo el último día del verano. Un equipo lleno de figuras como Djalminha, Naybet, Mauro Silva, Fran, Flavio… pero que no carburaba, que había cambiado a su entrenador Carlos Alberto Silva por Corral y que tenía problemas de convivencia en el vestuario. Hasta el punto que, esa misma semana, Mauro Silva le confesaba en antena a José María García que “solo falta que nos liemos a puñetazos en el vestuario”.  Una situación difícil, qué duda cabe.

El partido ante el Sporting parecía el propicio para levantar el vuelo. Debutaban los fichajes de invierno: el mediático Abreu, famoso por un no-gol que dio la vuelta al mundo, un joven y prometedor argentino de 18 años de apellido Scaloni y-este ya en el banquillo- el uruguayo Manteca Martínez que no parecía venir en la mejor forma pero que contaba con un amplio y glorioso historial en Boca Juniors.

Empieza el partido y a los dos minutos Songo´o expulsado. El pobre Scaloni que tiene que salir para dar entrada a Rufai y un partido entero con un futbolista menos. Para rematar el panorama, el Sporting que se adelanta mediada la primera parte. Afortunadamente, en el minuto 25 de la segunda mitad empataba Naybet y, a falta de 5 minutos, el debutante Abreu marcaba el gol de la victoria. Euforia en Riazor y el Sporting que se retiraba con la enésima derrota de la temporada. A la semana siguiente, otra victoria agónica en Riazor ante el Tenerife que enlazó una racha de resultados positivos culminados con la victoria ante el Barcelona el día en que el estadio entero invitó a Rivaldo a saltar cuando el 3-1 ya campeaba en el marcador. Una racha positiva que devolvió al Deportivo a una zona más tranquila en la tabla. La temporada fue mala en su conjunto, pero no se volvieron a pasar los difíciles momentos de aquellos días previos al partido contra el Sporting.

Han pasado 16 años y la situación es completamente diferente, pero puestos a buscarle parecidos, firmaríamos el mismo resultado de aquel día. Eso sí, con menos sufrimiento, que ya tenemos algunos años más!

 

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