No soy un devoto de buscar excusas para disfrazar los malos resultados, pero considero necesario apuntar que en lo que va de temporada no hemos tenido suerte con los arbitrajes, ni con los horarios y días en los que competimos. Lo trencillas se han en confundido en contra de los intereses del Depor y los horarios de los partidos en ocasiones nos han jugado malas pasadas. Como no quiero señalar estas causas como únicas detonantes de la mala racha, abandono estos dos detalles que con el tiempo puede convertirse en un gran problema. El tiempo dirá, y nos hará ver si lo que algunos consideran suerte no se inclina siempre para el mismo lado con el objeto de no despertar el mal sueño que a modo de pesadilla se convierte en persecución.
¿Por qué no decirlo? Los que sin lugar a dudas son los máximos responsables y culpables de la mala situación en la tabla son el cuerpo técnico, con Garitano a la cabeza, y los jugadores de la plantilla.
Garitano y su equipo de trabajo además de ser los máximos responsables del juego son a la vez culpables de no acabar de implantar un sistema que ofrezca garantías a la hora competir. Y cuando digo esto, lo digo mirando los números que hacen un resumen del trabajo realizado. Once partidos disputados, dos partidos ganados, cuatro empatados y cinco perdidos dan como resultado diez puntos con solo ocho goles a favor y el doble en contra, ninguna victoria como equipo visitante y aburrimiento a tutiplén son el animoso resumen que tenemos antes de recibir próximamente al Sevilla. No ganamos un partido desde que el Sporting de Gijón nos visitó el uno de octubre y fuera de casa no sabemos lo que es sumar tres puntos. Llevamos jugando mal desde principio de liga, pero desde hace unas jornadas este equipo va en caída libre hasta llevarnos a estar de cuarto por la cola. Urge una defensa férrea y ordenada, y un ataque que cuanto menos genere alguna ocasión de gol, pero para eso hay que querer, jugar y mover la bola. Ahí, es donde deben de aparecer los jugadores que supuestamente presumen de ser de primera división. La plantilla en pleno debe ponerse las pilas, pues aun tiene tiempo de reacción. Algunos no son conscientes de la dificultad que acarrea para una plantilla el jugar en puestos de descenso. Los que de verdad lo saben, deben concienciar al resto para que sepan que el jugar ahí abajo tiene un desgaste mayor que hacerlo fuera de esos puestos que dan derecho a jugar la próxima temporada en la categoría de plata. A algunos no les gusta hablar del descenso, pero ahora que hay mucho tiempo es el momento de hacerlo, pues la realidad y visto lo visto es que algunos estamos dejando de confiar en Garitano. En un principio tenemos a cuerpo técnico y jugadores como responsables y culpables de la mala situación, a la vez que esperamos que la secretaria técnica se mantenga atenta a este merecumbé, sin olvidar que igual tiene que tomar decisiones importantes en un futuro cercano. ¡Forza Depor! Y otros a espabilar.