A pesar del incremento de nuevas formas y fórmulas del modernismo destructor y ateo, la costumbre de montar los tradicionales Belenes no solamente no ha desaparecido, sino que, según fuentes de información muy fiables, se incrementó de forma notable en estos últimos años. Ciudades y pueblos presumen de contar con Belenes que son verdaderas obras de arte. Los hay, más o menos grandes, en colegios, sociedades, parroquias, clubes e incluso en algunos bares, como es el caso del “Mesón El Rincón”, cerca de mi casa en la Playa coruñesa de Santa Cristina. También son muchos los particulares que los montan año tras año, como Jacinto Torres, presidente de la Cocina Económica; el Dr. José-Manuel Paz Carreira; mi amigo Arturo López Petinal; y un largo etcétera. En el plano oficial, la ciudad de La Coruña cuenta con el impresionante Belén que está abierto al público en el bajo del Palacio Municipal de María Pita. Cada año suma personajes populares a las figuras que lo adornan, y este año le tocó el turno a la destacada poetisa gallega Luz Garza. Y desde el pasado día 21, y hasta el 6 de enero, podemos deleitarnos con el Belén Monumental del Cuartel de Atocha, en La Coruña (en la foto), con el que el Cuartel General de la Fuerza Logística Operativa (FLO) se suma a la celebración de la Navidad. Es obra del subteniente músico Alejo Sánchis Mompó (al que tuve como Director en “El Eco”, durante mi etapa de Presidente de esa Coral) y ha sido realizado con material reciclado. Está ambientado en pasajes bíblicos, realizando guiños a la ciudad y al Ejército de Tierra. Este monumental Belén puede ser visitado por el público de doce del mediodía a dos de la tarde, y de seis a ocho de la tarde. La entrada es por la Plaza de las Atochas (Puerta de Ingenieros). Se lo recomiendo de todo corazón. Me lo agradecerán, sin duda alguna.