Esta jornada, nuestro querido Real Club Deportivo de La Coruña juega su segundo partido de liga en el campo de Mestalla, que a la vez es conocido como el viejo estadio Luis Casanova. Nombre con el que se denominó hace cuarenta y seis años al coliseo valenciano en honor uno de los presidentes que tuvo el equipo ché. Esta práctica de poner nombres de personalidades en campos de fútbol en reconocimiento a personas destacadas, también lo vemos presente hoy en día en dos campos de Madrid como son el Santiago Bernabéu y el Vicente Calderón, llamados también Chamartín y Manzanares respectivamente.
El rival de hoy es el Valencia C.F, equipo en el que hay viejos conocidos de la familia coruñesa como son el lateral Antonio Barragán, el entrenador Nuno Espíritu Santo o el delegado Salvador González más conocido como ‘Voro’, no nos lo va a poner fácil como tampoco nos lo puso cómodo en otros momentos de la historia.
Y si hablamos del pasado, acabamos de nombrar a “Voro” que fue testigo de excepción del sinsabor más grande de la historia blanquiazul un sábado catorce de mayo de 1994 cuando el guardameta González, del Valencia, detuvo un penalti tirado por el defensa serbio Djukic en el último minuto de un partido en que el Depor perdió el campeonato de liga en el mismísimo Riazor. Aquella liga que perdimos los deportivistas nos llevo a resurgir con fuerza ganando al año siguiente una Copa del Rey ante el Valencia, y una Supercopa de España. Y que con el tiempo fueron la antesala de un Campeonato de Liga, otra nueva Copa del Rey y otras dos Supercopas. En fin, aparte de estos cinco títulos las competiciones europeas y partidos gloriosos de los blanquiazules se convirtieron en una tónica general.
Y si continuamos haciendo un repaso menos lejano en el tiempo podemos comprobar cómo con los valencianos volvimos a vivir un momento amargo tras aquel descenso a segunda en la temporada 2011. Aquel día el equipo entrenado por Unai Emery, hijo de aquel exguardameta blanquiazul llamado Juan Emery , y los tantos de los goleadores Aduriz y Soldado, provocaron diecisiete años después del penalti de Djukic otra tragedia en Riazor.
Supuestamente y salvo infortunio en esta temporada de liga el Valencia no volverá a entrometerse y a ser decisivo en la historia blanquiazul. Todo empezó en el año 94 y esperemos que pese a los cruces no vuelva a formar parte del lejano más margo y si del presente o futuro más dulce. Aun hoy en día el equipo levantino no es muy querido por una parroquia blanquiazul, que haciendo gala de buena memoria recuerda aquellos gestos de mal gusto que el portero González hizo en un momento muy duro para los que lo vivimos, presenciamos y sentimos. Hoy en día algunos lo recuerdan con rencor y otros lo queremos recordar como un mal sueño que por capítulos se repite a modo de pesadilla. ¡Forza Depor!