La tarde otoñal, un sol radiante inunda la Plaza-de por sí bellísima-en esta ocasión aún más, pues la adorna la magnífica alfombra floral creada por la A.C. Faro de Montealto para así homenajear a la patrona de la ciudad, enfrente, sereno, majestuoso el Palacio Municipal-vigilante pétreo del devenir de Marineda. En compañía de unas amigas decidimos visitar la exposición de escultura que Enrique Tenreiro tiene en las bajos del consistorio, nos acompaña gentilmente el autor, en su compañía vamos escudriñando una a una sus creaciones. Vemos en cada una de ellas lo generosa que la naturaleza empleó su tiempo. Dado que cada escultura tiene por base raíces de árboles, unas veces arrancadas, otras, abandonadas…todas ellas desechadas por múltiples motivos. Naturaleza y creatividad hermanadas en una tarea común, crear Arte-ARTE-en toda la extensión de la palabra: la tierra, generosa ella, crea la parte principal-la forma-le da sentido, ideas, a veces con un realismo tal, que sobrecoge, nos paseamos por la muestra y, aquí vemos un escorzo, allí una mariposa monarca, un grupo de flores y así hasta el final. Como decía al principio, naturaleza y creatividad unidas. Supo el artista beberse lo que la tierra generosa le entrega-la forma- poca gubia necesitó el escultor, pulió quizá alguna arista, lo engrandeció con el color- ahí actúa con total libertad, dando rienda a su creatividad, rojos, tierras, azules, verdes etc; con ellos engrandece la escultura, le infiere esa personalidad propia de un ser con una creatividad desbordante. Aquí sí, se puede decir que el tiempo actuó a su ritmo-hay poso- las formas nos dicen, de horas y horas curtiéndose bajo tierra, y absorbiendo humedades, sequias…en fin, creando texturas que el hombre con su buen hacer añadiéndole color crea la obra de Arte que a todos sorprende gratamente. Desde FEDELLANDO deseamos al artista una muy grata singladura.