Las selecciones de Italia, Portugal y Francia, que en esto del fútbol aun son algo, conocieron y sufrieron en carne propia el poderío del una selección que hace dos años tampoco tuvo piedad de otros equipazos como Alemania y Holanda.
Las selecciones de Italia, Portugal y Francia, que en esto del fútbol aun son algo, conocieron y sufrieron en carne propia el poderío del una selección que hace dos años tampoco tuvo piedad de otros equipazos como Alemania y Holanda.