Anteayer disfruté con la inauguración de una excelente exposición de pintura de Eduardo Malvehy, merced a la invitación de Ana-María Souza de la Colina, directora de la galería coruñesa “Xerión”. La soberbia muestra está formada por 29 obras, a cual más lograda, cuyos precios van desde los 300 hasta los 1.700 euros. En esta oportunidad, Malvehy nos deleita con su visión pictórica de lugares señeros de Italia, Francia, Holanda, Estados Unidos y Suiza, además de otros de La Coruña y A Guarda (Pontevedra). La belleza y fuerza de sus cuadros han merecido unánimes elogios, tanto del público como de la crítica especializada. Sobre los paisajes de Eduardo Malvehy esto es lo que ha escrito la crítica de arte Tatiana Blanqué en la tarjeta-invitación: “La obra de Eduardo Malvehy tiene rasgos de un postcubismo, en cierto modo naíf sin ser infantil, con esta fuerza de color y formas planas que la caracteriza, pero siempre como un resultado de madurez genial. Esta pintura quizá no sea innovadora, pero yo la veo rebosante de modernidad, de sentimientos de actualidad, de entornos, vividos o no, pero siempre bien observados, estudiados y exprimidos en su esencia más primaria. Paisajes urbanos, marinas, todos ellos con luz propia, parecen mundos imaginarios, pero hay un no sé qué de realidad, una realidad muy embrujadora, una realidad envidiable, porque en ella no puede ocurrir nada malo. Es, en definitiva, una pintura que os trasladará a un mundo, una vez más, diferente, creativo, de geometrías coloristas, para poder perderos sin el temor de no regresar. Una pintura en que la serenidad que desprende el propio artista se refleja en sus cuadros. Escenas que nos presentan siempre limpias, nítidas, suaves como la piel de un melocotón”. Doy fe de lo que afirma Tatiana, y podrán comprobarlo ustedes hasta el 30 de este mes. (Foto: Lajos Spiegel)