Pese a la falta total de ayuda por parte del Ayuntamiento de La Coruña, la Semana Santa herculina se está celebrando con señalado éxito, merced a la colaboración y ayuda prestada por diversos particulares, conscientes de la significación que tienen estas celebraciones y también de su beneficiosa repercusión en la promoción turística y comercial de la ciudad. La serie de procesiones programadas por la Junta de Cofradías, que con sumo acierto preside Salvador Peña, se inició el pasado domingo, día en que se celebraba el “Domingo de Ramos”, con la Procesión de La Borriquilla, organizada por la Parroquia de los Padres Capuchinos, a cuyo frente está mi gran amigo Rosendo Pérez, que es además un organizador de grandes viajes y un magnífico guía turístico, con el que recorrí Italia, de Norte a Sur; Argentina, de Sur a Norte; Turquía, de Este a Oeste; y todos los lugares importantes de Tierra Santa, en Jordania, Israel y Palestina; y con quien aparezco precisamente en el Santo Sepulcro (Jerusalén) en la fotografía que ilustra este artículo. La Procesión de “La Borriquilla” fue una idea de Rosendo, un fraile leonés casi más coruñés que la Torre de Hércules, desfile que cada año va a más, tanto en público como en participación. Este año ha sido un buen escaparate para los políticos, aunque eché en falta algún «mareante» del Gobierno Municipal. Me consta que su “Komintern” no les prohíbe expresamente la participación personal, ya que a fin de cuentas vale igual “el coto de católico profeso que el de un comunista confeso”…. Y hablando de políticos, fue curioso ver a los dos candidatos a la presidencia coruñesa del PP: la Conselleira Beatríz Mato y Javier Escribano, aunque con roles muy diferentes, ya que mientras Javier fue uno de los portadores de la imagen, Beatríz se limitó a llevar la tradicional palma. Tal cual, se lo cuento. (Foto: Lajos Spiegel)