By Pablo García-Ramos Macho en DXT Campeón el jueves 7 de febrero de 2013
Puestos a hacer una diagnosis del rendimiento del Depor en la actual temporada podemos concluir sin temor a equivocarnos que los resultados obtenidos no obedecen a una mala racha, como creímos ver algunos aficionados ente los que me incluyo, sino que hay que entenderlos como mala trayectoria.
Se ha sustituido a un entrenador que no era malo por otro que tampoco lo es, pero el resultado es muy parecido. Se han incorporado tres nuevos jugadores que por lo demostrado hasta ahora, ni está en forma ni mejoran las prestaciones de los anteriores. Y lo más importante, el concurso de acreedores al que se acaba de someter el club debería aportar algo de tranquilidad al entorno deportivista, pero tampoco despejas las incertidumbres que se ciernen sobre su futuro.
Buscando las claves de esta paupérrima trayectoria –recordemos que está de farolillo rojo con 16 puntos de 66 posibles- nos lleva a pensar que la planificación no ha sido la correcta pero sí la posible. Tras el retorno a primera, la delicada situación económica del club impidió fichar a jugadores de calidad para defenderse en la máxima categoría. Por otra parte, salvo alguna excepción, la cantera de Abegondo no responde con jugadores capaces de defender la camiseta del primer equipo. Sin dinero, sin cantera y sin la presencia de jugadores de referencia que abandonaron el equipo al terminar contrato, pocas alternativas quedaban. Aprovechando la estrecha relación de Lendoiro con el todopoderoso agente de jugadores portugués Mendes, se abrió la vía de incorporar a la plantilla en calidad de cedidos a diversos futbolistas con situaciones contractuales muy dispares que deambulaban como almas en pena por distintos equipos europeos. El objetivo era doble. Por una parte se trataba de rehabilitar futbolísticamente a estos jugadores y, por otra, tenían la posibilidad de reivindicarse y demostrar su talento en un equipo de la liga más potente del mundo. Y quién sabe, si utilizar esa plataforma para enganchar un buen contrato con otro equipo. Visto así, no parecía mal negocio.
Pero el resultado es el conocido. Cuando las cosas se tuercen aflora la falta de compromiso con el club, en especial de los recién llegados cuyos intereses están muy lejos de Riazor.
Quizás fuimos muy optimistas pensando que el Depor tenía jugadores para mantener la categoría, algo difícil de creer a día de hoy. Quizás el entrenador no era la única causa del bajo rendimiento. En cualquier caso, esto empieza a tener muy mala pinta.
Como siempre, los próximos partidos marcarán el devenir del equipo. La visita inminente de un Granada crecido tras la victoria ante el equipo blanco supone un primer match ball para los blanquiazules. Una victoria deberá de servir de bálsamo para afrontar la llegada de un auténtico Tourmalet contra Sevilla (fuera), Real Madrid (casa), Rayo (casa) y Barcelona (fuera). Salir de ahí vivo nos permitiría jugarnos media liga contra el Celta en Riazor y viajar a Mallorca, nuestros actuales acompañantes en los puestos de descenso. Forza Depor!
Twitter: @pgarcia_ramos