Las últimas temporadas recibimos en representación del fútbol asturiano a la fiel y siempre alegre “Mareona”. Sobra decir, que su desplazamiento con miles de aficionados a nuestra ciudad era sinónimo de celebración. Este año, y tristemente, debido a las obras del estadio de Riazor nos hemos quedado sin disfrutar de esta siempre alegre afición que engalanada y ataviada con banderas y bufandas luce orgullosa los colores de su amado Sporting de Gijón. A la vez que llenaba bares, restaurantes y hoteles, hasta poner el cartel de no hay entradas a la venta. Una auténtica fiesta del fútbol.
En la noche de ayer, visitó el estadio de Riazor el Oviedo, que durante la década de los ochenta fue uno de los equipos con los que el Depor mantenía una importante rivalidad. Precisamente uno de los momentos más difícil del deportivismo fue cuando en la temporada, creo 85-86, vivimos una mala tarde con los niños del ascenso como protagonistas, que viajamos a Oviedo en caravana de autobuses con la ilusión de ver a nuestro querido Deportivo en la división de honor. Aquel día, perdimos nuevamente la ilusión de un nuevo ascenso. El entrenador era Txutxi Aranguren y en el Depor jugaban entre otros los Montes, Dacosta, Richard, Gil, José Luis, Vicente, Donowa, Maurí, Cayetano, Agulló. El lateral izquierdo Silvi en un acto de frivolidad le dio un codazo a Thomson y fue expulsado del Carlos Tartiere jugando el Deportivo con diez jugadores durante buena parte del encuentro. El colegiado, creo recordar que Villena Pena, pitó un penalti a favor de los ovetenses, el cual convirtieron en gol, y en consecuencia les dio la victoria y nos dejo sin opciones de conseguir el ansiado ascenso.
Ayer sábado, también tuvimos la oportunidad de recordar como en los años ochenta cuando el Deportiviño, así nos llamaban y el nombre dice mucho, militaba en la categoría de plata juagábamos contra el Oviedo temporada si y temporada también. Era habitual disputar amistosos en torneos veraniegos en Ferrol. Villalva, Ribadeo, Viveiro y Lugo con Sporting y Oviedo. La visita del Oviedo me trae al recuerdo un montón de viajes a tierra Astur de donde volvíamos con dulces y repostería.
Para los que tengáis pensado asistir al partido de la segunda vuelta en la capital Asturias, deciros que, la ciudad ovetense goza de un muy buen dulce, y de calidad, por lo cual os quiero recomendar un par de sitios para volver a destino con el regalo ideal. Para degustar unos fenomenales bombones no hay nada mejor que pasar por la tradicional bombonería de Bombones de Peñalba desde 1928 en el centro de Oviedo y hacerse con una caja de variados bombones duros y blandos donde las trufas, troncos, mazapanes con guirlache, praliné o las bolitas son algunos de los verdaderos protagonistas de un sabor muy pero que muy fino. Otro de los lugares emblemáticos que merece la pena conocer es la histórica pastelería Camilo de Blas desde 1914 donde los populares Carbayones (pasteles de almendra y yema con una base de hojaldre y bañados en azúcar.), Duquesitas (aros de almendra y yema bañados en azúcar.) y Casadielles (Hojaldre relleno de nuez Frito en Aceite de Oliva) hagan que la tradición sea el sabor ideal. A mí no me dejan volver a casa sin estos productos. Por algo será. Adrián López, Cesar Martín, Armando, Jokanovi?, e Irureta que precisamente consiguió la clasificación europea para el Oviedo y una liga con los blanquiazules, pueden confirmar mis consejos. ¡Forza Depor!