Quisiera comenzar mi artículo de hoy aplaudiendo el plan de reforma del estadio de Riazor presentado días pasados, y desear que entre todos consigamos que tan ansiada reforma no caiga en el olvido. Estoy seguro que será un proyecto complicado, incluso algunas de sus fases imposibles de ejecutar; la crisis es la crisis, pero también estoy seguro que con ilusión, ganas, imaginación, trabajo y evidentemente una inyección económica podríamos conseguir que el suspirado proyecto llegue a buen puerto.
La verdad, me hizo mucha, pero que mucha, ilusión comprobar que tenemos ganas y confianza en ser nuevamente sede de un Mundial de fútbol. Los que vivimos el Mundial de España 82 añoramos a la mascota “Naranjito” y a los grandes jugadores que participaron en este campeonato del mundo como Diego Armando Maradona, Giresse, Falcão, Rummenigue, Michel Platini, Kevin Keegan, Sócrates y Zico, entre otros. Como anécdota comentar que ninguno de ellos gano el Mundial.
El grupo 1 se disputó en Vigo y La Coruña. Los de la provincia de Pontevedra pudieron disfrutar de los jugadores italianos entrenados por Enzo Bearzot como Paolo Rossi, el cuarentón Dino Zoff, el malogrado Scirea, el elegante Antognioni y los incansables Tardelli y Cabrini. Fueron los campeones del Mundial contra todo pronóstico, después de ganar con alguna baja a sus espaldas a la Alemania de Rummenigue por 3-1 en la final del Santiago Bernabéu. Recuerdo perfectamente la celebración de los goles en la figura del ya recordado, y en aquel momento longevo y entrañable presidente de Italia Sandro Pertini. Pocos, muy pocos personajes vi disfrutar tanto en un partido de fútbol. No disimuló ni un pelo su alegría ante el canciller Aleman Helmut Schmidt y ante el rey Don Juan Carlos.
Otra selección que pudimos ver en el grupo 1 fue la Polonia de Boniek, Mlynarczyk, Buncol, Lato, Smolarek. Los polacos también llegaron a semifinales donde perdieron con Alemania, quedado clasificada tercera después de ganar a Francia el partido por el tercer y cuarto puesto. Otro clásico en su selección fue el gigantesco líbero (todavía existía esta demarcación) Zmuda que jugó su tercer mundial de los cuatro que disputó con Polonia.
El color lo puso Camerún. En su selección jugaba Tommy N´Kono portero del Español y el entonces no muy conocido Roger Milla al que se le anuló injustamente un gol contra Perú en Riazor. Al Milla de 1982, a pesar de que ya tenía 30 años, aún le quedaba mucho por hacer: jugar 2 mundiales más (que pudieron ser 3 si Camerún se hubiese clasificado para Méjico 86), ser campeón de África en 1984 y 1988, ser nombrado el mejor jugador africano de la historia (1990), 1 liga francesa y ostentar el rércord de ser el jugador de mayor edad en marcar un gol en un mundial (42 años). Todo un personaje que jugó durante 20 años en la selección de Camerún y que hoy en día aspira a ser presidente de su país.
Para mí fue un fantástico mundial en el que a pesar de estos grandes jugadores se demostró que a base de sangre, sudor y lágrimas es posible ganar un Mundial. También fue el motivo de engancharme definitivamente al vicio del fútbol, por eso pienso que la reforma de Riazor es vital para la promoción de nuestra ciudad.
Antes de terminar, no quisiera pasar por alto el escándalo del Molinón. Me ratifico en mi idea de lo negativo que resulta jugar contra equipos que la jornada anterior tuvieron de rival al Real Madrid. Esta circunstancia supone, por un lado, que estos equipos tengan la necesidad imperiosa de ganar después de haber perdido contra los merengues (Valladolid) y por otro, el tener que pagar los platos rotos a modo de compensación por unas equivocaciones arbitrales en beneficio del club blanco y en contra de su rival de turno (Sporting). Y cuidado, que dentro de poco tenemos a Pérez Lasa, el de los marianitos.
Artículo publicado en el diario gallego DXT Campeón el 25 mar de 2010