¡A buenas horas, mangas verdes!. Esta expresión, tan popular y certera, es lo más “suave” que se me ocurre para comentar y digerir las palabras de Iñigo Errejón, que ha dicho que la “inmadurez y la soberbia” de Podemos en la negociación con Pedro Sánchez (con quien aparezco en la fotografía) impidió que el ex Secretario General del PSOE fuese elegido Presidente del Gobierno en las Elecciones Generales del 26 de junio del pasado año. Ha tenido que pasar todo lo que pasó, para que ahora los dirigentes de Podemos reconozcan su histórica e injustificable traición a la izquierda global, en la que según dicen militan. Y eso, que ya era más que conocido en todos los foros nacionales y extranjeros, sale ahora a la luz a causa de la turbulenta y feroz lucha interna de los dirigentes de “Podemos” por hacerse con el control del partido. Hasta tres frentes se han abierto en la formación “podemita”, dos de ellos propiciados por afiliados que no aceptan el indiscutible liderazgo y poder omnímodo de Pablo Iglesias, que es el gran culpable de que Mariano Rajoy y el PP sigan gobernando España. Las ínfulas, pretensiones, y casi infantiles afanes de Pablo Iglesias, que quería ser Presidente del Gobierno, y que ahora achacan a “inmadurez y soberbia”, dieron al traste con la oportunidad de que la izquierda, con Pedro Sánchez al frente, se hiciese con el gobierno de la nación. Toda la izquierda, incluidos los de Podemos, salió perdiendo. A Pedro Sánchez le costó incluso la Secretaria General del PSOE, tras haber sido traicionado por varios de los suyos (incluida Mar Barcón, que a la postre dejó el mando de la Agrupación Socialista de La Coruña), y de forma especial por los impresentables Felipe González y Susana Díaz. ¡País!. (Foto: Lajos Spiegel)