Desde hace un tiempo los técnicos del Real Club Deportivo de La Coruña, donde incluyo también a los de las categorías inferiores, califican la disputa de alguna jornada como “un partido trampa”. Lo suelen hacer cuando nos enfrentamos a rivales que van por debajo del Depor en la tabla clasificatoria o que en esa época no están en su mejor momento. Pues bien, hoy nos toca jugar lo que algunos podrían calificar como un partido trampa ante un Eibar que ha perdido cinco de sus siete partidos disputados en lo que va de temporada y que por meritos propios esta en puestos de descenso con seis puntos, diecisiete goles en contra y tan solo tres a favor. ¡Ojo! Que nosotros llevamos tan solo siete puntos, dieciséis chicharos en contra y nueve a favor. A ver si nos vamos a pensar que los armeros son los únicos que reciben goles.
El decir “jugamos con un equipo de nuestra liga” también lo usan frecuentemente estos técnicos a los que hasta que esté avanzada la temporada no les gusta usar este término, pues el objetivo inicial es jugar con otros de una liga más alta. Pero en esta jornada de hoy domingo y las dos siguientes según ellos podemos estar jugando también partidos de nuestra liga ante Gerona y Las Palmas, lo que a día de hoy también serian partidos trampa, pues están peor clasificados que nosotros y a puntos estamos por ahí. O sea, dos en uno, partido trampa de nuestra liga. También los hay que pensamos que solo hay una liga y los partidos trampa no existen.
Los que ahora importa y debe ser objetivo prioritario es ganar a estos equipos que son asequibles, no fáciles, y auparnos en la tabla hasta esa zona media que nuestro presidente señala como zona natural. Evidentemente la plantilla debe trabajar bien para llegar a esa zona de confort que da el privilegio de disfrutar de una liga mirando para arriba y abajo.
Lo que los aficionados deportivistas tenemos claro es que tenemos una oportunidad de oro para salir de los puestos bajos de la tabla, y que la correcta hoja de ruta empieza por ganar esta misma mañana en el estadio de Ipurua a un equipo guipuzcoano que no lo va a poner fácil. Después tendremos la oportunidad de ocuparnos del Gerona y de Las Palmas.
El que tiene dudas de cuál va a ser su liga es el Girona, que sigue a la espera de ver como se resuelve el sinsentido que ha creado una agitada minoría. Ellos al igual que el resto de clubes deben medir los riesgos que conlleva el seguir esa senda y hacerse oír ante los más radicales. Me deja perplejo ver como algunos quieren independencia y a la vez quieren jugar en la liga española. ¿Os imagináis al Barcelona y Español jugando en la liga inglesa, italiana o francesa? Quizás les guste más una liga donde Girona, Lleida y otros equipos catalanes sean los protagonistas. Lo políticamente correcto es no mezclar política y deporte, pero todos sabemos que esto no funciona así, pues el deporte al igual que la cultura es utilizado por muchos para hacer apología de sus ideas.