“La vida sigue” es una de mis frases favoritas, y es de plena aplicación en muy diferentes ámbitos de nuestras actividades y existencia, pese al maldito Coronavirus. Y por eso, me complace comunicarles que desde el pasado día 23 tenemos nuevo “Capitán General”. Se trata del General de División Juan-Francisco Arrazola Martínez, a quien vemos en la primera fotografía que ilustra esta información.
Tras haber sido nombrado como Jefe de la Fuerza Logística Operativa (FLO) el pasado 23 de marzo, el general de división Juan-Francisco Arrazola Martínez, se ha incorporado a su puesto en la sede del Cuartel General de la “FLO” en el Palacio de Capitanía General de La Coruña. Asimismo, se ha hecho cargo de la representación institucional de las Fuerzas Armadas (RIFAS) y de la representación institucional del Ejército de Tierra (RIET) en las comunidades autónomas de Asturias, Cantabria, Castilla y León, Galicia y País Vasco.
El General Arrazola nació en Madrid el 16 de junio de 1963; ingresó en el Ejército el 1 de octubre de 1981 y ascendió al empleo de teniente de Artillería el 10 de julio de 1986. Está en posesión de varios títulos militares nacionales, entre los que se encuentran el de Estado Mayor de Tierra, Geodesia y Alta Gestión Logística y extranjeros, entre los que se encuentran el “Multinational Joint Logistics Centre” y “Nato Defence Against Terrorism”. Tiene conocimientos de inglés e italiano; participó en comisiones en el extranjero (Sarajevo-Bosnia y Tampa–Florida) y está en posesión de varias condecoraciones y recompensas nacionales y extranjeras. ¡¡¡Bienvenido, mi General, y muchos éxitos en su nuevo e importante cometido!!!.
En relación con lo que publiqué en torno a la excelente Residencia-Hotel que el BBVA tenía en la localidad alicantina de Villajoyosa, Amador Rego (en la segunda fotografía, en el balcón de su casa) me remite, desde su natal Ourense, este evocador correo electrónico: “Cuántos recuerdos buenos de aquellas tres veces de julio1998-2000-2007. Esto es algo que no le perdono a Francisco González, el cierre de la Residencia, que el año 2007 fue el último. Que bien se pasaba, como se hacían grupos de cinco o seis parejas. Muchos días no salíamos de la Residencia, al tener allí todo.
“Cuando fui la primera vez, aunque era muy bueno todo, me decían que ya no era lo que fue, y me pregunto cómo sería aquello….. Citas la calle Príncipe, en Madrid, pienso que estaba cerca de la Plaza de Canalejas, en donde estaba el Banco Hispano Americano, creado el 25-10-1900. La Sucursal del Banco de la Coruña en Madrid es de 25 de marzo de 1955. Luego pasó a la Plaza de Vázquez de Mella, detrás de la Telefónica, edificio de 1927 que cuando se inauguró era el más alto de Europa.
“Seguimos resistiendo en casa con la bici-estática, Internet, videos antiguos, lectura, llamadas de teléfono y así al menos 20 días más, que serán más. Yo no me quejo, pues tengo un piso alto, casi un noveno y veo nacer y poner el sol todos los días del año, con una vista de 270 grados, pues tengo un balcón en ángulo recto de 5 y 7 metros. A mayores, me entra el sol en el cuarto de baño y en el aseo. Dispongo de una espléndida vista, espero algún día la veas. Un abrazo. Amador”. Muchas gracias por tan amable invitación, mi querido amigo.
Hace unos días, les conté la anécdota de que “Flete”, que así se llama el peludo perrito de la pintora Novais, le había comido todo el hígado que había dejado un momento sobre la encimera para encebollarlo. Y también les decía que “fletes” se les llamaba a los hombres que acudían a las casas de citas y de señoritas de “dudosa reputación” (nombre de la época para las putas). Pues bien, algunos de mis lectores más jóvenes (h-m) no entendieron bien qué es eso de los “fletes” de las casas de lenocinio. Para ellos, como le sucede a Ramiro Sambade, de Pontevedra, los únicos “fletes” que conocen son los que tiene relación con los transportes de mercancías en los barcos…
Les aclaro, pues, la aplicación de un término que se usaba mucho en los tiempos en que nuestro gran Premio Nobel de Literatura Camilo José Cela frecuentaba la popular calle Papagayo en La Coruña (con su paralela Tabares), hasta el punto de que cuando se urbanizó la zona el Ayuntamiento le regaló la vieja placa de esa famosa rúa del pecado y perdición de los hombres. Pues bien, en aquellos tiempos, cuando llegaba un cliente a una de esas casas de lenocinio, la madame de turno pronunciaba esta frase casi legendaria: “Niñas, al salón, que hay fletes”. Tal cual, se lo cuento.
Desde Coristanco (La Coruña), la excelente pintora Loly Fernández España me remitió este nostálgico mensaje: “Cuando salgamos de este lio…si salimos…voy a recorrer todas las cafeterías de mi entorno… ¡Cuánto echo de menos mi café mañanero con churritos!. Viva la hostelería española ???”. Y yo, mi querida Lolecha, también añoro los churros y el chocolate de “El Timón” y de “Bonilla a la Vista”.
María-Amparo Roquer, gran amiga de los animales, especialmente de los gatos (de los que ha llegado a tener nada menos que nueve en su edificio), me remitió el siguiente correo electrónico: “Buenas tardes Robert. Gracias por los partes “guerreros”. Una sugerencia. Sé que no es la primera vez que tienes la idea de hablar de nuestras mascotas… ellos también están haciendo la guerra desde las trincheras; además haciendo una compañía leal a todos, niños, jóvenes y ancianos… Un abrazo. Amparo”. Sin ningún género de dudas, y dicho queda.
Sigo con mis charlas telefónicas con personas incluidas en el denominado “Grupo de Riesgo”. En esta ocasión es mi buen amigo Jorge del Pozo Cagiao (a la izquierda, en la tercera foto), un gran forofo del balompédico Betis, que vive en Sevilla, donde nació el 9 de abril de 1942 (cumplió 78 años en Cuarentena) y que todos los años viene una o dos veces de vacaciones a La Coruña, ciudad en la que reside su prima carnal Lydia Cagiao, gran amiga de mi hermana Marika y de nuestra familia.
La madre de Jorge, Ofelia, vivía en el castizo barrio coruñés de Monelos, donde conoció al sevillano Jorge, que así es como se llamaba el padre de “Jorgito”. Jorge padre, era Sargento del Ejército Español y vino a La Coruña a realizar un curso en Automovilismo. Aquí se casó con Ofelia, y luego se trasladaron a vivir a Sevilla.
Jorge II ha sido un empresario de éxito, que tuvo muchos negocios: desde el “Hotel Fleming” (inaugurado en la primavera de 1965 y considerado como “El Hotel más nuevo de Sevilla” fue vendido el 7 de diciembre de 2019); colchones, montaje de mamparas para oficinas, mobiliario para oficinas…. Y el más importante: almacenista de vidrios, actividad con la que recorrió medio mundo, sobre todo América.
Actualmente vive con su segunda esposa, Julia, con la que lleva bastante bien el confinamiento del Coronavirus. Aunque tuvo un caniche, ahora no tienen perro ni gato. Sin embargo, su hija tiene ambos animales. Sale con relativa frecuencia, ya que, además de ir a tirar la basura, va de compras a “El Corte Inglés”, que lo tiene cerca, y aprovecha para dar un buen paseo. Jorge es quien se encarga de comprar el pescado y el marisco y, aunque Julia es muy buena cocinera, es él quien se pone al frente del fogón cuando se trata de hacer pescados o mariscos.
Me dijo que el “Estado de Alarma” no les cogió en La Coruña de milagro, porque a última hora decidieron ir a Chipiona (Sevilla)…. Sospecha que ha tenido algo parecido al Coronavirus, porque en enero se metieron en el ascensor con un tipo que llevaba puesta una mascarilla y tenía un comportamiento raro. Pocos días más tarde, la chica que les arregla la casa apareció también con una mascarilla que le dio la empresa, y entonces también se la pusieron ellos. Como era de un solo uso, tuvo que comprarse una inmune total, pero como tiene la cara ancha tuvo problemas con las gomas.
Además de “ir al Corte Inglés”, Jorge lee todos los días el periódico, algún libro, ve la televisión (muy poca, si acaso alguna serie interesante), le encantan mis “Partes de Guerra”, y habla mucho por teléfono con sus hijos y nietos y con sus amigos de medio mundo. Está muy ilusionado con poder salir a caminar “autorizadamente” pasado mañana, día 2 de mayo, y confía en que nos veamos en La Coruña en el mes de agosto. ¡Así sea, mi querido amigo!.
Y finalizo por hoy. Prometo seguir dándoles más “Partes de Guerra”. Mientras el cuerpo aguante…. ¡¡¡Saludos y salud!!!. (Fotos: Lajos Spiegel)