Hoy les ofrezco la segunda parte de las “Puntualizaciones” de Carlos de Blas Armada, factótum de la Enxebre Orden de la Viera, relacionadas con mi «Parte de Guerra» en el que comenté la cena celebrada en el Hotel Meliá Castilla en la que se contagiaron con el maldito Coronavirus varios coruñeses, y que requirieron su ingreso en el Hospital Universitario de La Coruña (CHUAC). Carlos de Blas me informa:
“Después del 8 de marzo llegó la sensatez a nuestro país. A pesar del considerable número de muertos, creo que vamos por el buen camino. El número de curaciones lo demuestra. Por cierto: Ya enrollado, como en un «Parte de Guerra», recuerdo que en el evento celebrado el día 5 de marzo (Hotel Elba-Madrid), observé que entre un buen grupo de empresarios llegados de Cataluña, varios tenían la sensación de resfriado, que achacaban al aire acondicionado del avión. Actualmente se asegura que el aire acondicionado es un medio de transmisión. Las compañías aéreas ya lo intuían, pero no disponían de mascarillas para todos los pasajeros.
“La primera medida más acertada del Ayuntamiento de Madrid fue la de rogar a los taxistas que no conectaran el aire acondicionado, ya que es muy difícil de descontaminar. Incluso el aire de los hospitales podría ser vehículo de transmisión. Por eso la medida de prevención mas efectiva, sería obligar el uso de mascarillas. Así lo hicieron los chinos y lo siguen haciendo en muchos casos.
“En España probablemente también se impondrá, aunque con retraso…La verdad es que fueron los chinos quienes desabastecieron a España de mascarillas, para enviarlas a los familiares de su país. La mayoría de las farmacias de Madrid tienen en la puerta el siguiente letrero: No hagan cola, si es para comprar mascarillas, alcohol, gel higiénico especial, o termómetros, ya que son productos agotados, de momento.
“Graciñas por habernos informado en uno de tus “Partes de Guerra”, que en Galicia venden mascarillas. Difundí la información, y ya han concertado algún pedido.
“También adjunto una foto de la intervención del eminente neumólogo Julio Ancochea (primera fotografía), Director del Servicio de Neumología del Hospital La Princesa-Madrid. La revista “Forbes” sitúa a este gallego, de Pobra de Trives (Ourense), entre los más prestigiosos de España. Amigo Roberto-Luis, te pido disculpas por este largo comentario a tu «Parte de Guerra». Forte aperta”. Gracias, Carlos. Salud y salud.
En relación con el asunto anterior, me complace comunicarles que mi excelente amigo Francisco Canabal (foto 2), uno de los coruñeses afectados por esa contaminación en la cena del Hotel Meliá Castilla, está ya en su domicilio, después de una larga y muy dura batalla luchando contra el “bicho”, que le obligó a permanecer varios días en la “UCI” y otros más en planta del Hospital Universitario de La Coruña (CHUAC). Esta recuperación se suma a las de Javier Ozores, Javier Etcheverría y esposa y Xosé-Antonio Perozo, entre otros buenos amigos. Lo celebro, de todo corazón.
Continúo recibiendo numerosos comentarios, desde muy diversos lugares del planeta, en relación con mis “Partes de Guerra”. Arturo López Petinal, desde La Coruña: “Leo a diario tus “Partes de Guerra”. Me entretienen mucho en esto días de confinamiento, en los que teletrabajo por las mañanas y dedico las tardes a leer, escuchar música y deleitarme con tus magníficas crónicas diarias. Me alegro que estés bien. Felicidades una vez más Roberto. Un nuevo libro es como un nuevo hijo. Espero estar en la presentación. Señal de que este encierro habrá terminado. Un abrazo”. Cristina Torre Cervigón, desde Madrid: “Muchas gracias por tus “Partes de Guerra”. Me están entreteniendo un montón en este largo confinamiento. ¡¡¡¡Mil gracias!!!. Enhorabuena por tu nuevo libro”. Y Chary Estévez, desde Sada (La Coruña): “Gracias por tus “Partes de Guerra”. Me encanta leerlos. Un abrazo”.
Y continuando con mis conversaciones telefónicas, con personas incluidas en el denominado “Grupo de Riesgo” hace un par de días hablé con Alfredo Conde (Allaríz-Ourense, 5 de enero de 1945), y disfruté casi una hora de una gratísima charla. Realmente, no podía haber sido de otro modo, tratándose de un personaje de tanta valía, confinado además como todo hijo de cristiano, aunque él tiene la ventaja de estar en pleno campo, concretamente en el lugar de Estrar, en Los Ángeles-Brión (La Coruña).
Alfredo Conde (foto 3) es escritor, político (retirado, según él) y poeta. Estudió Náutica en la Escuela Superior de Náutica de La Coruña, e Historia en la UDC. Fue Diputado por el PSOE, y Conselleiro de Cultura con Fernando González Laxe al frente de la Xunta de Galicia. Entre sus numerosos Premios, están: Nacional de Literatura, Nadal, Julio Camba, Fernández Latorre, Nacional de la Crítica, Blanco Amor, etc., y está en posesión de la Medalla Castelao. Sus libros han sido traducidos al inglés, chino, ruso (nada menos que 11 obras), italiano y francés.
Me dice que lleva el confinamiento con “cristiana resignación”, ya que no hay otra alternativa. Él mismo se considera persona de alto riesgo, pues tuvo la Gripe A en el año 2014. Permaneció nada menos que 21 días en coma, y salió de ella con una diabetes y una pericarditis. ¡Casi nada, vamos!.
Desde que dejó la política se encerró en Estrar, y se encuentra muy a gusto. Además, como fue marino, está acostumbrado a vivir encerrado. Como lo estuvo en el internado del Colegio Menor Calvo Sotelo, en Ourense, donde cursó el Bachillerato.
Antes de la cuarentena, los miércoles viajaba a La Coruña, ciudad de la que es su esposa, Ángeles, con la que se encuentra en la gloria en Estrar, confinados a causa del Coronavirus. Esta coruñesa es la tercera esposa de Alfredo Conde, que me confiesa que le gustaría que la vida le permitiese disfrutar de su matrimonio con ella “al menos 10 años”. Cabe resaltar que vivió 20 años con cada una de sus dos anteriores esposas….
Hijo de un represaliado político, Alfredo Conde tiene tres hijas, la pequeña de 27 años de edad, y varios nietos de las dos mayores. Aunque tiene tres perros no tiene que “utilizarlos” para salir de la Cuarentena, ya que viven en el campo. Por eso, se considera un privilegiado en las actuales circunstancias de pandemia.
Invierte su tiempo paseando, leyendo (aunque ahora le cuesta más trabajo) y escribiendo. Lleva días sin Internet y sin teléfono fijo, pese a que avisó a «Movistar», con lo cual no puede realizar sus colaboraciones en diferentes medios informativos. “Un problemón”, me dice. La televisión no le importa mucho, ya que no soporta la política actual y menos aún los programas basura. Únicamente ve alguna serie, cuando se la recomienda su hija pequeña, que siempre acierta con sus recomendaciones.
Comenzó a escribir una novela pocos días antes de este parón, pero ahora quedó desconectado de ella. Va de unos irlandeses que hace poco se trasladaron remando hasta La Coruña (al revés de lo que pretendíamos hacer, con Felipe Senén al frente, en el barco de cuero que está en el Castillo de San Antón, “aventura” en la que también estaba involucrado Alfredo Conde). Ahora está trabajando sobre una novela en torno al famoso “Batallón Literario”, pero está parado debido a la falta de Internet.
¡Ah!, olvidaba decirles que Alfredo es un buen cocinero, y que se reparte los fogones con Ángeles. Él compra y cocina el pescado, y su esposa se encarga de las carnes. Un tándem perfecto, sin duda alguna. ¡¡¡Larga vida, mi querido amigo!!!.
Y finalizo por hoy. Prometo seguir dándoles más “Partes de Guerra”. Mientras el cuerpo aguante…. ¡¡¡Saludos y salud!!!. (Fotos: Lajos Spiegel)