El Real Club Deportivo de La Coruña necesita con carácter de urgencia buenos resultados. Y cuando nos referimos a ello, lo hacemos con el ojo puesto en el área deportiva, pues en la pasada Asamblea General Ordinaria se mostraron unos números que nos hacen ver que la parte económica va cumpliendo objetivos. Se generan recursos, se invierte y la deuda disminuye a la vez que se atienden los pagos con los acreedores en tiempo y forma. La aprobación de todos los puntos del día y el consiguiente respaldo del accionariado tienen como contrapunto la falta de confianza de la masa social en lo que se refiere a la situación del equipo en el ámbito deportivo. El Consejo de Administración sabe que un descenso le puede complicar mucho esas cuentas para el futuro. Por eso, ahora es necesario centrarse en el plano deportivo que nos trae a todos los deportivistas por la calle de la amargura.
La competición en la máxima categoría del futbol nacional no da tregua, y como muestra de ellos podemos ver el difícil calendario que tienen que disputar los blanquiazules en las próximas jornadas. El Athletic Club de Bilbao, Sevilla, Leganés, Barcelona, y Celta de Vigo son los rivales ligueros con los que vamos a batir el cobre antes de las navidades. Algunos pueden decir que los bilbaínos no están en buen momento, pero otros sabemos que los leones pueden rugir en cualquier momento. El Sevilla aunque es un club amigo no nos va a regalar nada de nada. El Leganés hasta la fecha está jugando mucho mejor que el Depor. Y para finalizar los de Valverde y un máximo rival con el que disputaremos un derbi gallego donde de todo puede pasar. Avisamos a Cristóbal que muchos de sus defensores pueden quedar por el camino si no ganamos al Celta de Vigo.
El mal momento de juego y los malos resultados cosechados hasta la fecha hace que algunos se pregunten si ha valido la pena el esfuerzo económico realizado por Lucas Pérez. Yo soy de los que pienso que va valer la pena, y confió en que aporte más. Otros se preguntan ¿Por qué no juega Florín Andone? A la vez que se cuestionan ¿Por qué no se vendió por dieciocho millones de euros? Lo cierto, es que no está jugando un delantero que se hace incomodo para la defensa rival y que además presiona y lucha como el que más.
Llega el momento en que las buenas vibraciones no son suficientes. En este apartado no le vamos a echar la culpa a Cristóbal Parralo, pues no ha tenido tiempo de tener la culpa de casi nada. Con esto no quiero decir que considere al asturiano la persona indicada para sacar al Depor de la mala situación actual. Es más, creo que para este puesto y precisamente en este momento se necesita un entrenador con experiencia en la primera división. Si miramos atrás comprobaremos como la experiencia de Pepe Mel nos salvó del desastre el año pasado, pues con Garitano pintaban bastos. ¡Forza Depor!