Escuchamos que es anecdótico. Pero lo cierto, es que el Real Club Deportivo de La Coruña llega al partido de hoy ante el Athletic de Bilbao en una situación cómoda y dicho sea de paso por meritos propios. Intuyo que algunos dudan de la importancia que tiene el anidar en los puestos altos de la tabla a estas alturas del campeonato, aunque a mí me gusta y me reconforta mucho mirar en el tiempo como un buen comienzo supone un relajo final. Aunque la ley de Murphy podría desmontarlo con aquella frase célebre que reza “Todo lo que empieza bien, acaba mal” y que la remata con “Todo lo que empieza mal, acaba peor”. En fin, Murphy era un optimista.
Sin caer en triunfalismos y cobijándonos en la prudencia, corresponde tener en cuenta que durante las primeras jornadas la distancia entre los equipos de la zona alta, media o baja de la clasificación, es corta en puntos. Aunque bien es cierto que esto puede propiciar cambios importantes en lo que al puesto en la clasificación se refiere.
Después de ver el escenario, creo que empezar con buen pie esta liga supone no tener que ir a golpe de pedal en cada jornada, esta situación puede llegar a provocar indecisiones y ansiedad con el consiguiente resultado negativo. Hemos vivido situaciones difíciles de enmendar por tener malos comienzos y como ejemplo cercano tenemos el partido de esta temporada jugado en Riazor ante el Sporting de Gijón, donde empezamos como ya sabemos y pese a intentarlo por todos los medios no fuimos capaces de sobreponernos de este mal comienzo.
Estar en un sexto puesto que daría derecho a jugar en Europa no es el único motivo que provoca euforia en la parroquia deportivista. Lo que verdaderamente genera confianza e ilusión en la hinchada deportivista es el juego, estilo, trabajo, planificación, calidad, experiencia e implicación, que fortalecen ese puesto alto de la tabla. La ilusión y confianza de los que tenemos sangre blanquiazul son los ingredientes que pueden hacer llegar a crear la fórmula magistral. Así nació el SuperDepor y esto debe servirnos como guía. Nadie nos ha regalado nada.
Una vez hecha esta reflexión y teniendo claro que el Depor está en un momento dulce, no debemos olvidar que los leones de San Mames son un equipo muy difícil de ganar. Los bilbaínos pese a no conseguir un buen comienzo de liga, suelen resurgir como ya hicieron en temporadas anteriores. Sin ir muy lejos, la campaña pasada fue de más a menos logrando al final de liga ser una de los equipos españoles con derecho a jugar en Europa. Fundado en 1898, su historia lo sitúa como uno de los grandes y eso no es casualidad. Hoy tendremos el lujo de disfrutar en Riazor de uno de los legendarios.