Hace dos años aproximadamente, día arriba más que abajo, el Depor jugó un partido importante en Soria ante el Numancia. Creo recordar que hasta la ciudad soriana nos desplazamos más o menos unos tres mil seguidores blanquiazules con el ansia de sumar los tres puntos y así anclarnos definitivamente en esas dos plazas que dan derecho a militar en la máxima categoría.
Aquel día la ciudad soriana escenifico un autentico día de fiesta, antes y después del partido, en la figura de la parroquia deportivista que engalanó la villa como si de un gran día se tratase. Nos jugábamos mucho en pro de conseguir un ascenso y ganamos holgadamente un partido que nos aupaba como firmes y claros candidatos para ocupar una plaza de ascenso.
Aquel día fue feliz para el deportivismo por la victoria, y supongo que para los que hicieron caja gracias al gasto que pudimos desembolsar tres millares de personas cuando viajamos por España adelante. Desconozco las cantidades en euros, y no a ojo de buen cubero pero si haciendo bueno el dicho de “cuando el rio suena, agua lleva” me hace suponer que cuando muchos suspiran por el turismo será por algo.
Pues bien, hoy muchos deportivistas estamos disgustados ante las múltiples adversidades que genera el incongruente y desafortunado horario fijado para la disputa del partido Numancia-Depor. Los que miran y velan por su negocio, podrán ver con el tiempo como estas decisiones erróneas les pueden y deben pasar factura. Ya hubo otros que se creían inmunes a todo y hoy en día están pagando las consecuencias, cuanto menos del juicio popular. En fin, el tiempo pondrá a cada uno en su sitio a la espera de los muchos que miran, pero no ven, como si con ellos no fuese. Aquí me refiero a los que nos deben defender y no excluyo a los que estáis pensando.
Pese a todo esto, el equipo de nuestros amores no estará solo en Soria, pues siempre los hay que desafiando las dificultades se hacen fuertes. Pero el grueso del pelotón no podrá estar donde le gustaría. Y como a veces hay que revelarse ante estas cosas propongo castigar a estos entes gastando lo menos posible en sus cuentas, para que se den cuenta que los valores y el bien común debe prevalecer por encima de intereses económicos abusivos. Debemos ajustar el gasto al mínimo para que no se rían de nosotros haciéndose ricos con nuestro dinero e ilusión.
El haber actuado de forma inteligente hubiese convertido Soria y el mundo del fútbol en una autentica fiesta. Estos partidos son los que dan la salsa al deporte rey aunque algunos parecen omitir este dato en pro de enriquecer sus arcas con el dinero de los futboleros. Podrán poner mil excusas para convencernos, pero no lo harán pues la indignación es tal que ni los de boca más grande podría comulgar con ruedas de molino. Por último, creo que todos debemos exigir a los máximos dirigentes del fútbol que estas cosas no pueden pasar en beneficio de salvaguarda los intereses de un deporte que mueve masas y pasiones.
¡Forza Depor!, y esperemos que hoy el templo blanquiazul de cuatro caminos goce de un nuevo día de gloria.
Artículo by Fede G. Poncet en DXT Campeón el domingo 25 de mayo de 2014.