Desde hace varios años, mantengo contacto con un grupo de poetas y pintores portugueses, sobre todo a través de la Delegación de Prensa Portuguesa en Galicia, desempeñada conjuntamente con mi colega Luis Longueira. Fruto de esa circunstancia, y desde mis tiempos en “El Ideal Gallego”, es mi vinculación a la famosa Galería Vieira Portuense, por la que pasaron un buen número de artistas y gentes de las letras gallegas. Situada en el número 50 del Largo de Lóios, en Oporto (Portugal), compagina su actividad principal, arte pictórico y escultura, con unas sesiones poéticas que han alcanzado gran repercusión en el mundo literario portugués y fuera de sus fronteras. Mañana sábado, a partir de las 4 de la tarde, habrá una nueva sesión de su acreditada actividad titulada “Poesía na Galería”, a la vez que ofrece la soberbia exposición “A Cor que pinta o Feminino”, de Anabela Mendes da Silva, muestra que fue inaugurada el pasado día 8 y permanecerá expuesta hasta el 6 de julio. Según António Oliveira “La imagen noes la descripción de un paisaje, ni de un rostro, ni de una flor. Porque ella no se reduce a la reproducción de una realidad verosímil. En este sentido, las imágenes expuestas en esta muestra expresan deseos latentes que busca, a través de la trascendencia, recalcar ciertos traumas cotidianos. En este caso, los traumas en el feminismo. De hecho, a pesar de que estas acuarelas describen la belleza exterior de la mujer/flor, el mirar indeciso y la sonrisa pálida disimulan alguna preocupación. Los colores nos dejan percibir el sabor de una cierta amargura. Si estuviésemos atentos notaríamos que estos cuadros de Anabela Mendes, más que descriptivos, son narrativas que transmiten la realidad desnuda y cruda, para dar lugar a los sentimientos. Narrativas que nos hacen reflexionar sobre la sustancia humana. Son sueños soñados que se transforman en devaneos existenciales”.