Han pasado ya bastantes años, y por eso son muchas las personas que no se acuerdan de que existió la “Mili”, forma coloquial de denominar al Servicio Militar Obligatorio. Aunque en muchos casos los soldados las pasaban canutas (recuerdo mi estancia en el inhóspito Campamento de Parga-Lugo, como Oficial de Complemento de Milicias Universitarias, durante un durísimo mes de febrero), lo curioso es que cuando oyes hablar de la “mili” parece que todo el mundo lo paso de maravilla…. Y para rememorar esos tiempos, es por lo que todos los años se reúnen en una comida los que en el ya lejano año 1962 hicieron la “mili” como voluntarios en el desaparecido Regimiento de Artillería 28, que por aquellas calendas mandaba el Coronel García Díez y que tenía su cuartel en la ciudad de La Coruña, en lo que hoy es el barrio de Zalaeta, circunstancia que recuerdan un par de cañones situados en un jardincillo de dicha calle, subiendo hacia la calle Hospital. El encuentro, gastronómico como todos lo que se precien en Galicia, tuvo lugar en “La Catedral”, en Oleiros, con la participación de Juan-Manuel Villar, Jaime Presedo, José-Ramón Mella, Guillermo López, Alberto Naveira, José Couto, José Echevarría, José-Luis Benito, José-Luis Debén, Carlos Brea, José de la Fuente, José Portela, Gerardo López, Félix López, Carlos Martínez, Albino González, José Golpe, José Peinó y Augusto Vivero. Es de resaltar que, a pesar de haber transcurrido más de medio siglo, ni un solo año han dejado de celebrar ese grato encuentro “militar”, aunque por el camino ya se han ido quedando algunos de sus compañeros de fatigas. La animada reunión, que suele prolongarse durante varias horas, sirve para rememorar viejas “batallas”, recordar a los compañeros fallecidos, y poner al día sus respectivas “agendas”. ¡Qué se repita muchos años!.