Al Gobierno le ha salido “un grano” de descomunales dimensiones, que además va en aumento a medida que pasan los días. Su purulencia es tan fuerte y contagiosa que puede acabar con la hegemonía nacional del Partido Popular.
Lo que antes era una gran “bolsa de votos” para las huestes populares que comanda Mariano Rajoy va camino de convertirse en su elemento destructor más potente. Desde que el Gobierno tuvo la “genial idea” de incrementar un misérrimo e insultante 0,25% las pensiones de los jubilados españoles, no han hecho más que crecer y crecer los grupos de personas que muestran públicamente su más que justificada indignación. Los jubilados españoles han dejado de ser las tradicionales “clases pasivas”, para convertirse en destacados activistas. Rara es la ciudad o pueblo de cierta importancia que no registra protestas, un día sí y otro también. Son miles y miles de jubilados los que se echan a la calle. También los sindicatos organizan marchas, concentraciones y protestas. Bien unidos, o por separado. En Galicia protestaron unificadamente la Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO), mientras que la Central Intersindical Galega (CIG) lo hizo por su cuenta. El grito de “Pensiones dignas” se ha hecho como una especie de eco habitual en las calles españolas, con cientos de miles de gargantas reivindicando sus derechos, y sin utilizar banderas partidistas o sindicales. La fotografía que ilustra esta información corresponde a una de las numerosas protestas realizadas en la ciudad de La Coruña, que por cierto es una de las urbes más beligerantes de Galicia y de España.
Crudo lo van a tener Rajoy (claramente aludido) y su tropa, si no cumplen como es debido con los pensionistas…..(Foto: Lajos Spiegel)