Xavi Malián: Si durante el partido brilló con luz propia, su actuación en la tanda de penaltis fue decisiva al parar cuatro de los cinco lanzamientos de los italianos. En los cincuenta minutos de juego, la prórroga y los penaltis estuvo de diez, gran parte de este título es gracias a él.
Eduard Lamas: Tuvo la tarea más desagradecida, la de fijar la defensa y no perder la posición mientras sus compañeros buscaban el gol en pos de la remontada. El deporte fue justo con su trabajo y en la tanda de penaltis marcó el gol de la victoria con un fuerte lanzamiento.
Matías Pascual: Gran partido del argentino, no cayó en las provocaciones de los italianos ni perdió un segundo en protestar a los colegiados. Matías abrió el marcador con un excelente gol después de una gran jugada individual. Le dio equilibrio al juego de un equipo volcado al ataque. Al final del partido el argentino dedicaba el triunfo “a mi novia y a mi familia que está en Argentina”.
Jordi Bargalló: Dos goles y un chut al palo ya deberían bastar para decir que estuvo soberbio, pero el capitán del Liceo aporta tantas otras cosas al equipo que no entrarían en este artículo. Fuerza, carácter, calma cuando hace falta, calidad, definición,… El catalán dio toda una lección de cómo un líder dirige a su equipo, fue la prolongación de Carlos Gil en la pista. El catalán es en la actualidad el jugador más decisivo del hockey mundial y en el Liceo se mueve como pez en el agua.
Lucas Ordóñez: Incisivo todo el partido y demostrando que estos partidos de ida y vuelta le van como anillo al dedo, anotó el sexto gol (el que forzaba la prórroga) y fue una pesadilla para los defensas transalpinos que le hicieron infinidad de faltas.
Josep Lamas: Empezó el choque algo frío pero con el paso de los minutos fue creciendo hasta acabar pletórico. Magistral su definición en la falta directa que supuso el 4-0 y que nivelaba la eliminatoria. En la prórroga lo intentó de todas las maneras posibles y fue el jugador más incisivo en ese tramo del partido.
Toni Pérez: No falla a su cita con el gol, se peleó con toda la defensa italiana y derrochó trabajo y sacrificio. Su gol, el 2-0 a escasos segundos del descanso, fue un ejemplo de lo que es un delantero. El asturiano estuvo “pillo” y despierto para anotar un gol clave para que los liceístas creyesen en la victoria y los italianos perdiesen el control al protestar la jugada y perder un jugador por ello. Los jugadores del Bassano, especialmente Del Oro, trataron de “sacarlo” del partido pero el asturiano no cayó en las provocaciones.
