Últimamente y coincidiendo con la mala situación que está viviendo nuestro querido Dépor coruñean y pululan por el ambiente dires y diretes de diferentes calibres. Lo dires dan como para que corran ríos de tinta como agua cae en Galicia a lo largo de todo un año y los diretes se podrían plasmar con tipografía gótica en una publicación de varios y numerosos fascículos que a buen seguro agotaría edición tras edición.
Hoy quiero contar lo que me cuentan y no poner en mi boca palabras que no son mías, así como también quiero dejar claro que no dudo en lo más mínimo de las palabras que unos y otros apuntan con el máximo respeto y prudencia que caracteriza a los paisanos que tenemos sangre gallega.
Días pasados al calor de verano con todo a favor para charlar distendidamente sobre la angustiosa situación deportivista y en el entorno de una limpia y cristalina agua piscinera. Un buen amigo me comento que después de almorzar con Augusto Cesar había sacado en claro que Lendoiro no se rendiría y que tampoco tenía en sus planes cercanos dejar la presidencia del Club. También puso en boca del presidente del consejo de administración blanquiazul palabras que hacían sentir el agravio que sentía por el trato recibido por algunos que prefirió no nombrar, a la vez que apuntó que pensaba luchar hasta el final como si de un gladiador en un Coliseum romano se tratase.
Añadiendo algo de mi cosecha al párrafo anterior quiero decir que los que conocemos al presidente blanquiazul sabemos que la resistencia que puede llegar a tener él, está dentro de límites insospechables y que nadie ni nadie lo achantará.
Otro cotilleo que ojala no sea verdad y que personalmente me entristece es el que dice que Juan Carlos Valerón no tiene el cuerpo para homenajes y que se ha ido de La Coruña más quemado que la falla que la Comisión Promotora de las Hogueras de San Juan prende en la playa de Riazor en la noche más corta del año.
En el seno del Deportivo un empleado de confianza del presidente con el cual me une amistad me trasmite el dolor que sufre en el alma y su preocupación por la situación económica, deportiva y social que se ha derivado de los muchos errores cometidos. Entiendo que es un buen paso reconocer los fallos y así se lo hago saber tras encomendarle la misión de luchar sin desmayo pro de salvaguardar los intereses del Real Club Deportivo de La Coruña. En esta ocasión el intercambio de diretes fue en un inhóspito paso de cebra.
En las empresas del denominado Grupo Depor los trabajadores muestran su estado de tensión y reconocen que sus sueños a veces se convierten en pesadillas contemplando la posibilidad de pasar a formar parte de la numerosa cola del INEM. Ojala sus pesadillas se conviertan en dulces sueños y sigan trabajando mucho tiempo.
Y para acabar con este primer capítulo de dires y diretes deciros que ayer recibí un WhastsApp que rezaba “Me han confirmado de muy buena tinta que Lendoiro ya ha arreglado con acreedores, liga de fútbol profesional (jugadores) y hacienda” como podréis ver también llegan buenas noticias.
Sin complejos un ¡Forza Depor!
Artículo by Fede G. Poncet en DXT Campeón el domingo 30 de junio de 2013