Pronto jugaremos un nuevo derbi gallego. Depor y Celta supuestamente solo se juegan tres puntos, aunque ni deportivistas ni celtistas lo sentimos así. Este es el típico partido que unos y otros queremos ganar a toda costa, si es en el último minuto y de penalti también vale. Todo antes de perder ante el máximo rival. Esta relación amor odio, sin ti pero contigo, nos hace sentir algo especial en lo más profundo de nuestras entrañas, ese gusanillo que invade a un hincha antes de un duelo de máxima rivalidad es algo que no se puede contar y que solo se puede sentir.
Los días previos al choque sigues con interés la evolución del los tuyos y del rival intentando auto convencerte que unas u otras causas pueden beneficiarte, simplemente porque a cada uno de nosotros nos gustaría empezar el partido con algo de ventaja. A la memoria se nos vienen derbis, detalles y anécdotas pasadas, todo con tal de vivir el partido del la temporada desde la máxima esencia.
Lo cierto es que se espera la disputa de un partido competido, como suele ser habitual en este tipo de duelos. Da igual el estado de gracia en el que se encuentre uno u otro equipo, la mayor parte de estos enfrentamientos son muy igualados. Lo cierto es que en esta ocasión los vigueses llegan con unos puntitos más que los coruñeses, pero eso no vale de nada, hay que jugar el derbi y hablar en el campo pues agua pasada no mueve molinos. De todos modos si nos referimos a las estadísticas de la actual campaña el Depor le gana al Celta en número de asistentes al estadio, menos tarjetas amarillas, más tiros al palo y algunas cosillas más.
Para ganar un derbi es importantísimo que todos y digo todos los que formamos parte del un club estemos convencido de nuestras posibilidades. El estadio debe vestirse con la mejores galas para disfrutar del la fiesta del fútbol gallego. Unos de celeste y nosotros los deportivistas de blanquiazul a rayas luciéremos orgullosos nuestros colores.
Si hablamos de nuestros colores me veo obligado a remitirme a la columna dominical que publiqué la semana pasada y donde hacia defensa y fuerza por conseguir que Celta y Depor jueguen a partir de la fecha con sus respectivas primeras equipaciones, como se hizo durante décadas. Esperemos que quede en el olvido esa absurda moda que impidió durante los últimos años jugar con la primera equipación al equipo visitante. Lo más bonito del derbi sería ver al Celta con la camiseta celeste y al Depor con la blanquiazul a rayas.
Bueno en realidad lo más bonito seria que ganase nuestro club y que el protagonista principal del derbi fuese la deportividad en campo y gradas.