Visité Oviedo el pasado fin de semana, y la verdad es que fue muy agradable. Tuve la oportunidad de comprobar la ilusión despertada en los deportivistas allí residentes el actual puesto en la tabla del Dépor. Manuel Toja manifestaba su incondicional apoyo a nuestro equipo desde tierras asturianas y Mª Nieves Poncet apostaba por una victoria ante el Sevilla, próximo rival liguero en Riazor.
Siguiendo con el Sevilla y aprovechando que en estos días se habla tanto de la lesión de Ronaldo con otro equipo que no es el que le paga, en este caso su selección, me viene a la memoria la lesión de Ramón Vázquez con el Sevilla en el último partido de la temporada 91-92 cuando el Deportivo tenía apalabrado su fichaje. El club blanquiazul actúo con señorío e hizo efectivo el contrato de tres años. Desgraciadamente, Ramón apenas llegó a vestir la camiseta deportivista después de pasar un año en blanco recuperándose de su lesión (la tan temida triada) y otro cedido en el Albacete. El tercer año decidió rescindir su contrato y retirarse. Ramón se había hecho muy popular años atrás (1986) por ser el autor del gol decisivo en la tanda de penaltys contra Italia en la final del campeonato Europa sub-21.
Los contratos y derechos sobre las retransmisiones de la liga por las plataformas televisivas obligan una vez más a cambiar el horario del próximo partido de liga, esta vez en Riazor a las 6 de la tarde frente al Sevilla F.C. Para unos el día y la hora será buena y para otros será mala. Buena o mala tenemos que asistir al campo. El Dépor está en puestos de Champions League y debemos aprovechar esta situación envidiable para disfrutar del sueño de continuar entre los grandes.
Conocido es por el deportivismo el honor de disputar partidos desde los puestos altos de la tabla. Recuerdo aquellos partidos del Superdépor de Bebeto, Mauro, Claudio cuando nos codeábamos con el Madrid de Míchel, Suker, Mijatovic y con el Barcelona de Johan Cruyff. Ni los más viejos del lugar podían creer que nuestro Dépor compitiese de tú a tú con el Dream Team. ¿Quién nos dice que no sea una constante a partir de ahora?
Los sueños a veces se hacen realidad y la ilusión es lo último que se pierde, por eso apuesto por una nueva victoria del Dépor y la continuidad en los puestos de privilegio en el campeonato liguero.