La gaviota “Cris” lleva ya 7 años visitando a Germán Pereiro, en el Hotel Santa Cristina

La costa coruñesa tiene un encanto especial para las aves. Su situación geográfica la convierte en un lugar clave para la migración de numerosas especies. Unas procedentes de los calores africanos, y otras de los fríos árticos. Algunas aves vienen año tras año, y otras terminando quedándose entre nosotros. Hace unos cuantos años se hizo famosa la “Pardela”, que tenía su cuartel general en el Hotel Portocobo. Y ahora le ha tocado el turno a “Cris”, una preciosa gaviota que lleva ya 7 años, desde que era una pequeña cría, visitando a su amigo Germán Pereiro, propietario del encantador Hotel Santa Cristina, con quien lo vemos en la fotografía que ilustra esta información. Invierno y verano, “Cris” se acerca hasta la puerta de la cafetería del hotel, mira a derecha e izquierda en busca de Germán, y penetra caminando majestuosamente hasta el mostrador. Si no está Germán, mira a los camareros en demanda de algo que llevarse al pico. Logrado su objetivo, se va agradecida hacia la otra puerta y se aleja caminando. Curiosamente, nunca alza el vuelo hasta salir de la zona de mesas, como si respetase a los clientes de la amplia y excelente terraza exterior del hotel, salvo que alguien la inquiete o asuste, en cuyo caso se eleva nada más atravesar el dintel de la puerta. Conmigo ha comenzado a hacer buenas migas, recordándome una con la que tengo una preciosa fotografía en el Lago Nahuel Huapi, en San Carlos de Bariloche (Argentina), “conquistándola” con alguna de las cosas que le gusta comer. Lo curioso es que “Cris” nunca llega al Hotel Santa Cristina con otras “colegas”, y tampoco mancha el suelo de la cafetería o la terraza. Tal cual, se lo cuento. (Foto: Lajos Spiegel)