Estoy un poco calentito y cabreado. Quizás hoy no debía escribir, pero lo voy a intentar por aquello de no llamar ahora a mis compañeros de DXT y decirles que cubran mi columna con otro contenido. La semana pasada estaba disgustado, pero en esto va en aumento. Y como con sus declaraciones Florín Andone me ha regalado un titular que refleja perfectamente el lio en que nos están metiendo los jugadores, cuerpo y secretaria técnica a todo el deportivismo, sin olvidar las responsabilidades que tiene y en consecuencia corresponden al actual Consejo de Administración como máximos responsables del Real Club Deportivo de La Coruña.
Los que están y los que no están en el seno del Club empiezan a hablar en círculos privados tratando de escabullir responsabilidades pasadas y futuras, señalando culpables para librar su culo y haciendo buena esa temible frase “ya lo había dicho yo”. En fin, creo que es mejor no empezar a lanzar mierda y remar todos en la misma dirección. Que había sus más y sus menos en el vestuario y en el área deportiva lo entreveíamos todos. ¿Por qué lo intuíamos? La verdad es que no hace falta ser muy listo para ver una colilla y convenir que alguien fumó.
Creo que se acabaron los paños calientes entre unos y otros, y que van a empezar a salir a la luz voces disconformes con la política y funcionamiento del Club por sus adentros. Me parece peligroso que algunos aireen a los cuatro vientos que en esta plantilla sobran diez jugadores. También me parece terrible que fichemos en vez de reforzar el equipo, cuando se traen futbolistas en enero cuasi al límite del plazo, debemos convenir que se debe fichar para reforzar y jugar. Si no es así mejor que no vengan. Las incorporaciones tienen que venir listas para jugar.
Ayer jugamos como nunca y al final, más de lo mismo. Después de recibir dos goles del Levante como consecuencia de fallos clamorosos del equipo e individuales nos encontramos con una actitud cagona que nos llevó incluso a perder tiempo. Ver como algún futbolista desde la grada aplaude a su compañero Borges después de ganarse una expulsión ingenua y digna de un chaval de cadetes me deja frio. No entiendo que un futbolista deje a un equipo con diez, pero mucho menos puedo llegar a comprender que se le aplauda cuando el quedar con diez es una desventaja tremenda y una de las causas de no haber ganado. Tampoco puedo entender la titularidad de jugadores que llevan toda la temporada fallando por la misma banda.
Y creo que debemos dar una vuelta de trescientos sesenta grados si no queremos irnos a segunda división antes de fin de temporada. Estamos a tiempo de intentarlo, pero solo lo lograremos con mucha autocritica y trabajo. Pienso que a Cristóbal Parralo se le acaba una etapa en el banquillo blanquiazul, pues creo que él no puede ni con el equipo ni con los jugadores. No creo que sea un mal entrenador, pero los números son los números y dicho sea de paso son malos muy malos.
Al Consejo de Administración con Tino a la cabeza pedirle que aparezca en público y que se ponga las pilas. No debe haber contemplaciones, pues el tiempo y la situación no lo permiten. Si hay que echar a diez futbolistas como se dice ahí dentro, échenlos y juguemos con los del Fabril que seguro que no lo van a hacer peor. Ya que hablamos de la cantera pedir más control en una sección que parece va por libre. Lo dicho, hoy no debía haber escrito. ¡Forza Depor!