Por Pablo García-Ramos
El lunes nos despertábamos con la triste noticia del fallecimiento de Jaime González Chas, brillante campeón de tiro olímpico formado en la galería de la RSD Hípica deLa Coruña y gran dominador nacional de este deporte durante décadas.
Recuerdo de pequeño, cuando me asomaba por la galería de tiro, encontrarme a Jaime con gesto serio, concentrado, la respiración contenida y con la mirada fija en el blanco. Eran los años setenta y en aquel momento ya era una leyenda en el mundo del tiro olímpico. Su calidad lo llevó a participar en los Juegos Olímpicos de México 68, Munich 72, Montreal 76 y Moscú 80; las olimpiadas de las cuatro “emes” como siempre le gustaba recordar. Fue en la ciudad alemana donde obtuvo su mejor resultado; diploma olímpico en la especialidad de pistola de velocidad25 m., quedándose a escasos puntos de las medallas
Jaime fue testigo de los acontecimientos que marcaron el movimiento olímpico del último cuarto de siglo. De México recordaba el encuentro con miles de españoles exiliados trasla Guerra Civilque recibieron emocionados a la expedición española. En aquella ocasión también asistió fortuitamente a la revuelta social que desembocó en los sangrientos acontecimientos de la plaza de las Tres Culturas en vísperas de la celebración de los JJ.OO. Siempre dispuesto a relatar sus experiencias en citas olímpicas, contaba como vivió de cerca en Munich el secuestro de los integrantes del equipo israelí a manos de un comando palestino.
Su ciclo olímpico se cerró Barcelona 92 y Atlanta 96 donde acudió como entrenador del equipo español de pistola.
Destacó en todas las modalidades de pistola donde obtuvo 18 récords nacionales. Su vasto palmarés incluía 52 Campeonatos de España individuales, 3 Copas del Generalísimo, 1 Copa del Rey y 80 Campeonatos Gallegos. Fue internacional en más de 300 ocasiones representando a España en 8 Campeonatos del Mundo, 20 de Europa y los 4 citas olímpicas ya mencionadas.
Fue uno de los fundadores de la Hípicay llevaba con orgullo la distinción de Socio de Mérito de la que había sido objeto hace años. Estaba en posesión de la Medalla de Oro al Mérito Deportivo concedida por el Ayuntamiento de A Coruña, la Medalla de Plata al Mérito Deportivo del Consejo Superior de Deporte y la Medalla de Bronce al Mérito Olímpico.
Hasta hace muy poco tiempo se podía ver a Jaime en la Hípicaacompañado de su mujer, la excelente deportista olímpica francesa Evelyn Manchon. No era raro el día que se paraba para contarte nuevos proyectos de trabajo con jóvenes tiradores, una ilusión que le mantenía vivo y la misma que lo llevó a ser uno de los mejores deportistas españoles en su modalidad de todos los tiempos.
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