Jaime González Chas leyenda del tiro olímpico

Inmersos en plenas olimpiadas me viene a la mente la figura del coruñés olímpico y legendario tirador de pistola Jaime González Chas, que sin lugar a dudas era un ganador. Digo era, pues para este hombre que dedico su vida al deporte se paró el reloj del camino de la vida el 28 de noviembre de 2011 tras participar y ganar una gran cantidad de campeonatos donde el objetivo era la diana.

A modo de resumen y hablando de sus éxitos decir que muy pocos competidores tienen en su CV el haber defendido los colores de España en cuatro olimpiadas como tirador y participado en otras dos como entrenador nacional. Participó en cuatro Juegos Olímpicos como atleta, “las cuatro M” como solía añadir: México 68, Múnich 72, Montreal 76, Moscú 80, Y en dos más como entrenador: Barcelona 92, Atlanta 96. Disfrutaba hablando de su deporte y enseñando lo que sabía a los que se acercaban a él. Un diploma olímpico conseguido en Múnich, donde concluyó la competición en quinto lugar, fue el mayor éxito del tirador coruñés.

Ganó la friolera de cincuenta y un Campeonatos de España en varias modalidades de pistola, participó en ocho Campeonatos del Mundo y en veinte Campeonatos de Europa. Por si fuera poco, batió dieciocho récords nacionales, ganó tres Copas del Generalísimo y una Copa del Rey, además de 80 Campeonatos Gallegos.

Su calidad se refleja en sus marcas personales: Pistola Velocidad (599 puntos), Pistola Libre (571 puntos), Pistola Grueso Calibre (582 puntos), Pistola Standard (564 puntos) y Pistola Aire (578 puntos). Ha ganado más de 500 medallas y trofeos de primeros puestos en pruebas de todos los niveles, compitiendo contra grandes rivales en todo el mundo, desde Pretoria (África del Sur), hasta Helsinki (Finlandia); desde Lisboa (Portugal), hasta Seúl (Corea del Sur); y participando en 250 encuentros internacionales.

Para los que no conocieron a Chas apuntar que en su currículum y pese haber transcurrido mucho tiempo desde entonces, tiene en el haber, marcas y récords en tiro con pistola que después de muchos años aun siguen vigentes. Siempre se dice que los récords están para batirse, pero los de Jaime siguen reinantes para gloria del deporte y del más grande tirador del panorama nacional español. Si hablamos de tiro, decir que sabía todos los trucos, todas las circunstancias del campo, el arma, del tirador, disfrutaba como nadie de su deporte, para él lo era todo.

Después de enumerar todos estos logros deportivos me gustaría apuntar que entre las distinciones que más marcaron la vida del mejor de los tiradores fueron las de socio de mérito de la Real Sociedad Deportiva Hípica de La Coruña y la de hijo adoptivo de ciudad de La Coruña. Dedicó su vida al deporte; le gustaba todo tipo de deportes y podía recordar los mínimos detalles de los resultados, entre otros, de atletismo y de fútbol que le apasionaban. De hecho otra de las debilidades de González Chas era La Coruña y como buen coruñés era el Deportivo el cual vivía con pasión, yo incluso diría que por sus venas corría sangre blanquiazul.

También se le concedieron la Medalla de Oro al Mérito Deportivo concedida por el Ayuntamiento de La Coruña, la Medalla de Plata al Mérito Deportivo del Consejo Superior de Deporte y la Medalla de Bronce al Mérito Olímpico.

González Chas escribió un libro titulado ‘La preparación del tirador’, donde muestra un estudio exhaustivo del deporte del tiro con arma corta, que recoge los sistemas de entrenamiento y la preparación física y psicológica del deportista.

Jaime era un gran conversador incansable, le gustaba el debate y casi siempre ganaba, pues era un competidor nato. Una de sus frases más conocida hablando del deporte era, que gané el mejor. Le gustaba y era un gran entendido en atletismo, también sabemos que otra de sus cualidades eran los reflejos y el pulso firme que mostraba cada vez que mantenías una charla con él. Era un hombre exigente consigo mismo y también y con los demás.

Recuerdo el día en el que cogí una pistola de Jaime y siguiendo sus instrucciones hice mis primeros tiros. Fue una sensación imborrable. Jaime era un crack como persona, tirador, amigo, maestro y deportista. Sin lugar a dudas era un ganador. Personalmente admiraba mucho a este señor como persona, amigo y deportista, que estuvo en tantos campeonatos. Era todo un lujo departir con esta leyenda del deporte nacional. Un fuerte abrazo maestro y amigo.