Yo creo que el Real Club Deportivo de La Coruña, como todas las instituciones centenarias, tiene que valorar y reivindicar su pasado, para tratar de renovar aciertos y evitar repetir errores. Para ello debemos empezar por conseguir que los profesionales del Club conozcan en profundidad el pasado de la institución. Presumir de nuestros éxitos, y mostrar las derrotas como punto de partida al éxito ayudará a sensibilizarse e identificarse con el Depor hasta convertirlo en el club de sus amores. Esto permitirá que en el tiempo cualquier antiguo futbolista, entrenador, preparador o cualquier otro cargo de la entidad se convierta en embajador del sentimiento Depor. La experiencia vivida en el equipo blanquiazul y opinión es necesaria para un futuro que se encuentra siempre delante.
Es necesario que el presidente y el actual consejo participen de este proceso. Y por ello, se debe empezar a presumir del pasado. Saber de donde venimos se hace necesario si queremos buscar la senda del buen camino. Aportar ilusión, experiencia, capacidad de trabajo, conocimiento del club y de su historia, conexión con el tejido social de la ciudad, son un paso obligado si queremos hacernos fuertes en el tiempo. También es cometido de la actual directiva mejorar el contacto con los socios, el aficionado, exjugadores, empleados y directivas anteriores.
La cantera del Deportivo debe jugar un papel fundamental, es por ello por lo que en Abegondo se debe acometer un proyecto global con especial énfasis en el fútbol base donde los jóvenes coruñeses se conviertan en los verdaderos protagonistas del futuro del primer equipo blanquiazul. Hay que analizar cuál es la situación de las categorías inferiores, de la cantera, no solo desde lo deportivo, sino desde lo social. Cuáles son las quejas de los padres; si los jugadores del primer equipo visitan de vez en cuando a los pequeños; el contacto con las jugadoras de los equipos femeninos. El Depor tiene que cuidar a los suyos, con excelencia en lo deportivo pero también en lo humano. Y los jugadores del primer equipo deberían ir también a los campos de la Torre, Meicende, Elviña y otras instalaciones donde entrenan chavales de otros equipos e incluso de otros deportes.
Hay que mostrar Ilusión, alegría, futuro, historia y valores. Es fútbol, no cirugía a vida o muerte. No es un drama, al contrario, el fútbol es una vía de escape para mejorar, para compartir sentimientos y para olvidar durante noventa minutos los verdaderos problemas de la vida. El Depor es un sentimiento, una excusa para vernos cada fin de semana, para compartir recuerdos, historias, es el club en el que nos gustaría ver jugar a nuestros hijos. Y por ello es el momento de crear un proyecto deportivo, social donde los niños gallegos sean la punta de lanza de reconexión sentimental con la ciudad y la historia del Depor. Esto es lo que la afición espera con ansias desde hace mucho tiempo. La historia y los valores nos hará fuerte y no dará fuerza para entonar el ¡Forza Depor!