En mi columna de días pasado hacíamos hincapié en que la crisis en el fútbol se acaba con goles, y para muestra un botón tras el partido jugado y ganado ayer en Vallecas. Nuestro querido Depor lleva varias jornadas jugando a otra cosa y poco a poco parece que vamos escalando puestos en la clasificación. El partido de ayer puede y creo que será un punto de inflexión en lo que a confianza se refiere. Por cierto, como testigos de excepción y en esta ocasión en la orilla de enfrente tuvimos a viejos conocidos de la parroquia blanquiazul como Paco Jémez, Zé Castro y Roberto Trashorras que pese a no haber jugado en el Depor es como si fuese de la casa por razones obvias.
Parece que esta victoria y la mejoría en el juego del equipo hacen que la afición coruñesa hinche pecho y recuerde a algunos que fuimos y somos el Deportivo, a la vez que les recuerdan que en nuestras vitrinas hay y volverá a haber títulos oficiales. Me quedo sorprendido como estos mismos, que no han ganado nada de nada, y llevan camino de seguir esa senda están preocupados de lo que pasa en el norte y no en su propia casa. En fin, la inexperiencia provoca estas cosas. Me rio yo de los que pensaban que estaban por encima del bien y del mal mofándose de nuestro juego y metiendo el dedo en la llaga con el ánimo de hacer daño tras los difíciles momentos que tuvimos que vivir.
Pues bien, aquí estamos, de nuevo sin complejos y llenos de confianza para afrontar el difícil reto que nos queda por vivir. Recordar que fuimos y somos la mejor afición durante años, que tuvimos un equipo campeón, que deslumbramos al mundo del fútbol con la magia de futbolistas irrepetibles. Somos el Real Club Deportivo de La Coruña y está claro que creemos en nosotros, faltaría más, sin confianza no se llega a nada. Llego el momento que esperábamos todos para levantarnos y pillar la senda del buen camino y demostrar que los que tenemos sangre blanquiazul confiamos en los nuestros. Debemos creernos nosotros mismos que nuestros jugadores, cuerpo técnico, entrenadores son los mejores. Los que están y los acaban de llegar son los mejores y así se lo haremos saber, para que llenos de confianza afronten los difíciles momentos que nos quedan por vivir.
Pasa el tiempo y parece que las aguas vuelven a su cauce. Convendremos que es necesario seguir luchando en pro de pacificar el Club y dedicarnos a lo que nos tenemos que dedicar, pues así veremos más resultados como el de ayer. Forza Depor y sigamos hinchando el pecho.
Artíuclo by Federico García Poncet en DXT Campeón el domingo 1 de febrero de 2015.