Los malos resultados cosechados hasta la fecha por el Real Club Deportivo de La Coruña provocan una crisis que se cobra una tercera baja en el área deportiva en lo que va de temporada. En esta ocasión el sacrificado es el director deportivo Richard Barral. Meses antes abandonó su cargo por voluntad propia el consejero Fernando Vidal y por destitución Pepe Mel. Lo que esta bastante claro es que estas bajas no son buenas noticias para la familia blanquiazul, pues quiere decir que algo no funciona bien. Y en conclusión podemos intuir que hay un desacuerdo en lo que a planificación deportiva se refiere.
La baja de Barral llega en un momento delicado de la competición, pues estamos en pleno mercado de invierno donde podemos y debemos hacer incorporaciones para reforzar un equipo que sobre el papel era bueno y competitivamente un fracaso. Va ser difícil conseguir planificar el área deportiva a golpe de pedal, sin tiempo y cuando faltan dos de sus principales ideólogos. A Barral le ha pasado factura los malos resultados de la competición y algunos fichajes. Pues bien, ahora debemos mira atrás solo para aprender y nunca para hacer leña del árbol caído.
En lo que estamos de acuerdo una gran mayoría de deportivistas es que hace falta fichar futbolista, eso sí, necesariamente jugadores que vengan a reforzar el equipo. Aparte de un portero, un lateral derecho y un central, lo que verdaderamente necesitamos es que algunos de los actuales miembros de la plantilla se conciencien que ellos son los que tiene que liderar la remontada. Los Sidney, Mosquera y Lucas tiene que aportar mucho más a un equipo que los necesita como agua de mayo. Las fichas que cobran estos futbolistas, les obliga a tomar el timón de una xente mariñeira que tiene esperanza de ver a su equipo un año más en la máxima categoría del fútbol nacional.
Los próximos partidos ante Villareal, Valencia y Real Madrid podrán en pista de salida a Cristóbal Parralo. La misión encomendada al asturiano no es fácil, aunque sí es cierto que a muchos entradores de categoría nacional les hubiese gustado tener esa oportunidad. Lo que queda claro es que la derrota acompañada de una pésima actitud de nuestro Depor ante el Celta de Vigo ha sido la gota que colmó el vaso y ha disgustado a la familia blanquiazul. Se puede perder, pero no se puede perder así.
El presidente Tino ha tomado el mando y va ser enérgico y valiente, pues prefiere confundirse con sus ideas y no con las de los demás. Fernández sabe que su gestión económica se ha visto empañada por la mala situación deportiva y quiere hacerse fuerte para unas próximas elecciones a la presidencia, que dicho de paso no están lejos y que tendrá varias candidaturas.
Nadie puede negar que las salidas hayan desencadenado en una crisis, que hay que abortar cuanto antes, y donde la única solución pasa por hacerlo con resultados en forma de victoria. Sin olvidar que para ganar y sumar puntos hace falta trabajar bien y mucho. En fin, no envidio la situación que les queda por vivir a los futuros responsables del área deportiva. ¡Ojo! Tino está expectante y mira de reojo para Abegondo, donde presume que también le están metiendo goles en propia puerta. Es posible que pronto haya salidas en las categorías inferiores. ¡Forza Depor!