Mi viaje por Bolivia, Colombia y Ecuador me obligó a “aparcar” varios artículos. Poco a poco, recupero los que no han perdido actualidad. Hoy, turno para Julia-María Dopico Vale, gran intérprete musical y profesora del Conservatorio de La Coruña, que logró un sonado triunfo en Denver-Colorado (USA). Su exitoso estreno incluyó tres obras pensadas para mujeres destacadas del panorama gallego: “Meniña Balteira”, inspirada en la soldado medieval María Balteira; “Miña Estrela”, dedicada a Rosalía Castro; y “Cores no ar”, dedicada a la gran pintora Maruxa Mallo. Se estrenaron durante el concierto de clausura del “III Simposio Norteamericano de Estudos Galegos” organizado por la Regis University, la Metropolitan State University y el Colorado College. Un Simposio que bajo el epígrafe “Os estudos galegos rumbo ao Oeste: A lingua e a cultura galegas na encrucillada” acogió a estudiosos internacionales para hablar de la “identidade galega”. Muy bien acogidos, especialmente por Obdulia Castro, inauguró las jornadas Anxo Lorenzo, quien afirmó: “facedes posible a existencia do galicismo norteamericano”. Interesantes ponencias, a las que se añadió “As Mulleres Galegas na Música”, con la brillante exposición de la profesora en la New York University, Isabel Pérez Dobarro, sobre la obra y vida de Eugenia de Osterberger, y la de Julia-María sobre Carmen y Pilar Osorio, grandes intérpretes pianísticas ferrolanas. El concierto de clausura, “A muller en Galicia: Unha homenaxe a través das artes”, incluyó obras creadas por mujeres: Osterberger, el Enredo de Margarita Viso, y las citadas de Julia Dopico. Intérpretes: la pianista Isabel Pérez Dobarro, brillante en la ejecución, y las jovencísimas hermanas Sara y Raquel Areal, grandes realidades del violín actual. Supieron despertar la emoción y entrega del público, convirtiendo ese concierto en una experiencia inolvidable.
¡Chapó!.
