Si les gusta la buena fotografía y quieren disfrutar de una gran exposición, les recomiendo visiten la que hasta el 29 de este mes está colgada en las paredes de la céntrica galería de arte coruñesa “NOV. Bajo la denominación Golem 21”, el fotógrafo Ángel Burbano (con quien aparezco en la foto) nos ofrece una muestra impactante que estoy seguro a nadie dejará indiferente. La presentación corrió a cargo de Novais, directora de la gagalería, y tras la brillante intervención del artista, el poeta Francisco Vila nos deleitó con dos poemas suyos. La muestra está compuesta por 21 fotografías, además de un llamativo maniquí de los de antes, decorado sui géneris por el propio artista y metido en una urna de metacrilato blanco transparente. Todas las geniales creaciones de Burbano giran en torno al cuerpo humano. Fotos digitales, impresión plotter, realizadas en blanco y negro, para que su impacto visual y emotivo sea más fuerte, cuyos precios van de los 700 a los 950 euros. Son fotos cargadas de erotismo, algunas de sexo explícito (una con el famoso “69”), vaginas grandes y peludas, senos turgentes, pezones con fuertes aureolas, orgías vislumbradas, en las que los maniquíes ocupan parte importante mezclados con la figura humana. El propio Burbano escribe: “En la dualidad de dos realidades, una viva y otra inerte, la experiencia vital puede hacernos sentir que somos uno. Que la construcción antropomórfica de un maniquí no difiere en esencia del ojo humano que los observa. La sociedad, nuestra existencia, nos ha igualado dramáticamente sin darnos cuenta, colocando la instrumentalización del ser vivo en el mismo plano que los maniquíes. La materialización del Ser ha roto el cristal que nos separa: nuestra vida puede llegar a ser el escaparate del que formamos parte. No hay distinción entre pieles”. Casi nada, vamos….(Foto: Lajos Spiegel)