Existe un malestar generalizado entre los aficionados al baloncesto de nuestra ciudad al ver como en el sorteo para la fase final de la Copa del Rey, celebrado días atrás en el salón de plenos del ayuntamiento, no había ningún representante del Básquet Coruña.
Llama la atención que los encargados de extraer las bolas para los emparejamientos hayan sido Víctor y Lucas, entrenador y delantero del Dépor. Que nadie vea cosas donde no las hay. Siempre, ¡Forza Dépor!. Pero la pregunta que nos hacemos muchos es sencilla. ¿No hubiese estado mejor que las bolas las hubiese sacado algún niño de la numerosa cantera -más de 500 chavales- del Básquet Coruña acompañado por ejemplo de nuestro jugador de baloncesto coruñés más laureado, Fernando Romay?. Poca altura la de algunos gobernantes.
No solo la ACB ha mostrado su falta de sensibilidad con el baloncesto coruñés al no invitar al Básquet Coruña al acto. También la ha tenido el alcalde de todos los coruñeses, o la persona en la que haya delegado, que no se ha parado a comprobar la lista de asistentes al sorteo.
Es cierto que no se puede incluir a un equipo de la LEB Oro -competición organizada por la FEB- en una competición ACB, pero lo que sí puede hacer el alcalde es invitar al primer club de baloncesto de nuestra ciudad al acto oficial del sorteo celebrado en el ayuntamiento de todos los coruñeses. El anterior Gobierno Local sí lo hizo cuando se anunció que nuestra ciudad albergaría la final. -Evento, que entre otras cosas, supondrá para la ciudad un retorno económico de aproximadamente 20 millones de euros-. Hoy ya no hay habitaciones libres en los hoteles de nuestra ciudad y la hostelería prevé un gran impacto que afectará positivamente al sector con la llegada de alrededor de 8.000 visitantes entre aficiones y organizadores.
No vale que el alcalde aluda en su discurso al Básquet Coruña y no se preocupe de garantizar la presencia en el acto del primer club de baloncesto que tenemos en la ciudad que tanto fomenta y apoya el deporte de base.
No se puede escurrir el bulto y querer culpar exclusivamente a los organizadores, que ya han pedido disculpas, y excusarse afirmando que el Básquet Coruña no figura en el convenio. En un convenio nunca se fijan los asistentes a los actos protocolarios. El convenio se realiza para establecer un contrato en el que se fijan las condiciones económicas y técnicas para que La Coruña sea la sede de la fase final de la Copa del Rey. Todo lo demás, excusas de mal pagador. Cualquier acto que se desarrolla en el ayuntamiento, organizado por el propio ayuntamiento o por una entidad externa, siempre está supervisado por el departamento de protocolo. Gobierno Local y ACB son corresponsables de este lamentable olvido y falta de sensibilidad hacia nuestro baloncesto. ¡Forza Básquet Coruña!.