Días atrás tuve la grata oportunidad de participar, un año más, en el popular y exitoso “Magosto” organizado por la dinámica y ejemplar Asociación Cultural Faro de Monte Alto, entidad que con tanto acierto como dedicación preside mi buen amigo Antonio Gómez Bellón. La festiva celebración, muy concurrida por cierto, tuvo lugar en su local social, que goza de unas extraordinarias vistas de la Torre de Hércules y su impresionante entorno. Las castañas, base del “magosto”, eran de gran calidad y estaban muy bien asadas, lo mismo que el churrasco, los postres, el café y la queimada, que integraron el sabroso menú que disfrutamos. Con este encuentro lúdico-gastronómico cerraron los de Faro de Monte Alto un mes de destacadas actividades de carácter público, entre las que sobresalió la confección de una gran alfombra floral en honor de la Virgen del Rosario, Patrona de la ciudad de La Coruña (hecho que me trae el recuerdo las que habían hecho en Roma, y que fueron inauguradas por el propio Papa Benedicto XVI, siendo entonces Embajador ante la Santa Sede el ex alcalde coruñés Paco Vázquez), y la XII edición de su cada vez más acreditado Festival de Corales, que se celebró durante dos días en la Sala de Cultura del Sporting Club Casino de La Coruña, jornadas musicales que otro año más tuve el honor de presentar, justo antes de iniciar mi reciente viaje por Sudáfrica, Zimbabue y Zambia. Sin pasión alguna, considero que es digna de alabanza y difusión la gran tarea social y cultural que desarrolla la Asociación Cultural y Deportiva Faro de Monte Alto, a la que las entidades oficiales no ayudan en la medida que realmente precisan y que, además, merecen. Lamentable, pero cierto. ¡País!. (Foto: Lajos Spiegel)