Hace unos días recibí un este guasapo de mi buen amigo Arturo Franco Taboada que, además de ser un gran Catedrático de Arquitectura en la Universidad de la Coruña, es un soberbio escritor y gran viajero: “¡Hola! Aquí te envío un avance con una entrevista con mi último libro por si te animas a echar unas risas”.
La obra a la que se refiere Arturo Franco, que afirma que “El amor no hace distinción de géneros”, se titula “31 relatos de amor y terror”, y está obteniendo un grande y merecido éxito de crítica y de ventas a través de “Amazón”.
Finalista del prestigioso “Premio Planeta”, en su nuevo libro “31 relatos de amor y terror” (primera fotografía que ilustra esta información) Arturo Franco recorre nada menos que nueve países: Brasil, Chile, Francia, Holanda, Italia, Marruecos, Panamá, Turquía y, por supuesto, España.
La entrevista, magnífica como todas las suyas, es de José-Luis Gómez, mi querido ex compañero y ex director en “La Voz de Galicia”, que es el actual editor de “Mundiario”. En ella, el autor del libro “31 relatos de amor y terror” sostiene que «todo aquel que haya estado enamorado alguna vez, ha tenido miedo al desamor, por abandono o infortunio».
Así justifica Arturo Franco el haber escrito esta obra: “Me gusta viajar y escribir sobre los lugares que visito. Algunos me han inspirado algún relato y otros no. Con el tiempo he descubierto un hilo conductor común: la curiosidad por los lugares, la complejidad y misterio de algunas ciudades, las gentes, los sentimientos.
Preguntado sobre lo qué hay de autobiográfico en este nuevo libro, Franco Taboada respondió: “Solo que yo la he escrito, y uno no puede evitar ser subjetivo en sus interpretaciones acerca de la condición humana y de la naturaleza, que todos percibimos de forma personal y única”.
Sobre la mezcla de amor y terror en su obra, afirmó: “Todo aquel que haya estado enamorado alguna vez, ha tenido miedo al desamor, por abandono o infortunio. El desamor está acompañado desgraciadamente de la tristeza, la ansiedad y la depresión, y esos sentimientos son bastante aterradores. El amor no hace distinción de géneros. Cualquier ser humano es misterioso e interesante, nace susceptible de amar o ser amado. Algunos lo consiguen y otros no”.
Y esta es su curiosa definición del amor: “Desmayarse, atreverse, estar furioso… esto es amor, quien lo probó lo sabe”. Lope de Vega. Ningún poema hace más honor al título: Relatos de amor y terror. ¿O no?”. Pues si Arturo lo dice….
Y de un escritor a otro, En este caso me refiero a Pati Blanco que, en referencia a lo que publiqué sobre al “Premio Internacional de Poesía Gustavo Adolfo Bécquer” que obra en su poder, escribió lo siguiente: “Muchas gracias. Grandes y emotivos recuerdos del Premio. Abrazos”.
Y sigo con el tema literario. Dicen que es de bien nacidos ser agradecidos, y por eso agradezco, como se merecen, estas elogiosas palabras que, desde Madrid, me dedicó Basilio Rodríguez Cañada, destacado escritor, poeta y presidente del Grupo Editorial Sial Pigmalión:
“Querido amigo Roberto: Quiero agradecerte la continua y fructífera labor de difusión cultural que estás realizando (antes, durante y en el poscoronavirus), que nos permite estar al tanto de todo cuanto acontece en Galicia.
“Pero tu labor trasciende barreras geográficas, autonómicas y culturales, pues impulsas toda manifestación cultural o literaria que consideres importante, curiosa o de calidad.
“En consecuencia, vamos a tener que quitarte el título de cronista oficial gallego para nombrarte, con todos los honores y merecimientos, cronista cultural plenipotenciario de las Españas, incluyendo el África y América hispanas. De ello iremos dando buena cuenta. Un sincero, sentido y fuerte abrazo”.
En la Avenida de las Américas, de la coruñesa y turística Playa de Santa Cristina, casi al lado de mi casa, hay un viejo pino, retorcido a causa de los numerosos y fuertes temporales que ha tenido que soportar, pero fuerte y robusto. Es lo único que queda a la vista de lo que antes ocupaba un chalet con huerta y pozo. El pozo ha sido tapado por un montículo de tierra, hoy cubierto de cuidada hierba, y desde hace más de medio siglo el viejo pino ha vivido en soledad específica, hasta que ahora le han plantado cerca tres nuevos congéneres (en la segunda foto), cosa que celebro.
Y va de pinos. Hace unos días escribí sobre el enorme y famoso “Pino de Perillo”, en mi artículo “Debemos de cuidar más la Naturaleza”, y este es el comentario de la valenciana Pilar Gómez: “Roberto, esto es pura Magia. Hoy comentas cuándo fue plantado el Pino de Perillo. Supongo que lo escribiste anoche, y fue anoche cuándo te mandé la información del Ficus qué está detrás de la Puerta de la Mar, llamado el Panterre por los valencianos. La Magia existe, si crees en ella. Mols besos”.
Desde Orense, Amador Rego me remitió una nota titulada “Un poco de Geografía”, que reproduzco: “Y como no, de Historia. Le conviene que repase la Geografía, así como también la Historia, muy ligada a la primera. Me refiero a ese amigo del Che Guevara, un tal Geluco. Claro que hay hombres gallegos merecedores de calles, plazas y estatuas. Uno de ellos Julián Besteiro Fernández, natural de Santa María de Fragueán, en el Corgo-Lugo. Para mí, es San Julián Besteiro. Un abrazo”.
Finalizo por hoy, pero les prometo que seguiré publicando más crónicas de este “Estado de Alarma-Toque de queda”, que estoy deseando que se acabe de una puñetera vez. ¡¡¡Mientras el cuerpo aguante!!!. (Fotos: Lajos Spiegel)