El tiempo frió que nos toca vivir estos días no corresponde con el grado de temperatura que tienen en su cuerpo los muchos homenajeados por su pertenencia ininterrumpida durante veinticinco años como socios del Real Club Deportivo de La Coruña. Unos cuatrocientos deportivistas lucieron por las calles de la ciudad de cristal sus brillantes insignias de plata y los otros veintiocho sus preciadas insignias de oro en el mismísimo palco de Riazor. Daba gusto ver como todos estos camaradas lucían orgullosos e hinchando pecho sus respectivas insignias de oro y plata. ¡Ojo! en breve algunos socios cumplirán setenta y cinco años como socios del Depor y pasaran a ser socios de platino. ¿Qué sorpresa les tendrán preparada? Suponemos que no se les pasará este detalle a los hombres de Tino que hasta la fecha están haciendo muy, pero que muy bien, esas relaciones públicas y gestos de acercamiento del Club al socio. Por cierto, bonito detalle ver la pareja de socios de oro que hicieron el saque de honor ante el Eibar, en que el hombre fue un poco más rápido a la hora de chutar el balón.
Si estos estaban felices y comían perdices, el resto de la familia blanquiazul veía como los goles hacían bueno el hecho que demuestra que la crisis en fútbol se acaba con goles. Las victorias parece que llegan jugando en viernes, a la vez que permiten disfrutar de un placentero y tranquilo fin de semana. Pues nada, esperemos que nos sigan asignado los partidos de liga en viernes. Como no todo el peso se lo debemos achacar a la casualidad de la suerte de jugar el día antes del fin de semana, esperemos que los hombres de Víctor Fernández sigan trabajando en un sistema de juego que va tomando forma. Hasta el entrenador aragonés está feliz, pues hasta hace poco no las tenía todas consigo, ni la afición con él.
Los que también están alegres son los miembros del cuerpo técnico, pues sus últimos fichajes dan visibilidad a un trabajo que venían realizando hace tiempo. A parte de la llegada de futbolistas que conducen bien el balón y dan frescura, la enfermería ha hecho una buena labor recuperando a los que llevaban algún tiempo lesionados. De ahí que a los esperados les toque aportar su granito de arena.
Otro detalle que denota agrado es ver como el alcalde de la ciudad Carlos Negreira vuelve al palco de Riazor, esperemos que dé suerte a nuestro querido Deportivo, y que no pase como cuando venían otros a dar mal fario.
Incluso están felices las peñas y afectados por algunas decisiones que no gustaron mucho en su momentos. Y como el tiempo pasa, algunos quieren olvidar, sin llegar aun a perdonar pues hay heridas sin cicatrizar, en pro de la defensa de los intereses del Depor. Todo juntos, satisfechos y unidos cantaremos el ¡Forza Depor Campeón!