Artículo publicado por Fede G. Poncet en DXGT Campeón el domingo 2 de diciembre de 2012.
Hoy jugamos un partido importante ante el Real Betis aunque ni mucho menos tan decisivo como aquel partido de promoción de descenso que jugamos con los andaluces en la temporada 91-92, cuando el búlgaro Kiriakov participó de forma decisiva para conservar en la máxima categoría al equipo dirigido por Arsenio Iglesias tras sustituir en el banquillo a Marco Antonio Boronat. En aquella temporada a Augusto Cesar Lendoiro no le tembló el pulso y cesó ocho jornadas antes del final de liga de forma fulminante al entrenador vasco ante la mala inercia que había tomado el juego de los futbolistas deportivistas. En aquellos años el «presi» no daba carta blanca a los del banquillo con el ánimo de defender los intereses de nuestro querido Deportivo.
El encuentro de hoy en Riazor debe coincidir con el inicio de la esperada remontada que nos permita situarnos en una zona más tranquila de la tabla clasificatoria. Es necesario trasladarnos al pasado más cercano para recordar que no debemos dejar los deberes para última hora como nos paso la recordada y triste temporada en que Miguel Ángel Lotina descendió al Dépor a segunda división ante la incredulidad del fútbol español. De hecho y a modo de anécdota en el equipo verdiblanco juega hoy en día un protagonista de excepción que nos hace recordar aquella triste situación. El futbolista Rubén Pérez, cómplice de aquella situación tras protagonizar una mala temporada abandonó Riazor por la puerta de atrás forzando su salida para no jugar en la categoría de plata que por derecho propio se había ganado tras mostrar escaso compromiso con los colores deportivistas. Al igual que Lopo y Juan Rodríguez no será bien recibido en el estadio de Riazor tras ganarse a pulso la antipatía de la afición deportivista.
Para instalar en la tranquilidad el Real Club Deportivo de La Coruña tenemos que resolver dos temas importantes en las áreas deportiva y administrativa. Si bien es cierto que el asunto deportivo el papel importante lo juegan los jugadores y cuerpo técnico con la ayuda y apoyo indispensable de la parroquia blanquiazul. Podemos apuntar que en el plano económico y en el consecuente problema concursal lo deben arreglar los dirigentes y consejeros con responsabilidad y la indispensable buena voluntad dela Hacienda Publica.
Hoy jugamos un partido importante en Riazor por lo cual toda la familia deportivista debemos mantenernos unidos para centrar todos nuestros esfuerzos en conseguir los valiosos tres puntos que están en juego. Y en las próximas semanas jugaremos el partido de nuestra vida ante una Hacienda Publica que visto lo visto no trata por el mismo rasero a unos y otros. Hay equipos que deben mucho más dinero que el Dépor, los hay a los que se les trata de forma más benévola aplazando los pagos hasta los treinta años y los hay como el Real Club Deportivo que pagará los platos rotos a modo de medida ejemplarizante.
Si dentro de unas semanas tengo que pedir que nos movilicemos para salvar al equipo de mis amores, o el cese del entrenador e incluso la dimisión de políticos y dirigentes en pro de defender los intereses de nuestra ciudad y de nuestro querido y centenario Real Club Deportivo no duden que lo haré sin ningún tipo de complejo. Forza Dépor y viva La Coruña.