Sigue el Depor a marchas forzadas tratando de conformar una plantilla para defender la categoría en una competición que abre el telón este fin de semana. Una pretemporada marcada por un cese fulminante en el banquillo que a su vez provocó una planificación precipitada. Jugadores que no contaban para en el anterior técnico se fueron (caso de Marchena) y quizá las peticiones del actual entrenador llegaron cuando el mercado estaba demasiado apretado. Tenemos que unir a esto la necesidad de dar salida a jugadores que no cuentan para el club (por ejemplo, Arizmendi) o canteranos que por su juventud necesitan foguearse en otros equipos (caso de Juan Carlos). El conocido axioma de antes de entrar, dejar salir, alcanza su verdadero sentido en esta ocasión.

Si a todo esto añadimos las limitaciones económicas del club, se estrechan las oportunidades de conseguir buenos jugadores que mejoren el plantel.

Pues así las cosas, a falta de dos días para el primer partido de Liga contra el Granada, el equipo que se vislumbra tiene falta de rodaje y, por qué no decirle, se presenta como una verdadera incógnita para este curso que se inicia.

Jugadores como José Rodríguez o Cuenca llegan de dos buenas canteras (Real Madrid y Barcelona) pero están inéditos en la primera división. Qué decir de Insua y otros compañeros que no han disputado minutos en la máxima categoría. Otros como Medunjanin, Cavaleiro o Fariña apenas han entrenado con el equipo y parece que la pretemporada se alargará hasta bien entrada la temporada.

Si nos fijamos en los partidos disputados en pretemporada –con la cautela con la que hay que tomarlos-, el panorama no se presenta fácil. Cambio de sistema de juego respecto al técnico del pasado año, corta pretemporada con los futbolistas elegidos para asimilar estos cambios, una plantilla sin cerrar y donde no sobra la calidad. Síntomas que no vaticinan nada bueno para el futuro inmediato.

Víctor Fernández deberá convencer al nuevo Consejo de Administración de la necesidad de incorporar jugadores contrastados en primera si se quiere mantener la categoría porque con los actuales mimbres no parece suficiente. Y los nuevos consejeros saben, o deberían de saber, que la permanencia es vital para el futuro de la institución.

Olvidémonos que las nuevas incorporaciones, en su mayoría cesiones, estén poco identificadas con el proyecto (¿recuerdan el último Depor de primera división plagado de cesiones?), y vayamos a lo práctico: reforzar el equipo con calidad demostrada.

Parece mejor solución un esfuerzo económico a tiempo que una sangría dentro de unos meses.

pgarcia_ramos@hotmail.com

Artículo by Pablo García-Ramos en DXT Campeón el jueves 21 de agosto de 2014.

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