De un tiempo a esta parte, y ya van bastantes años, muchas de las servilletas que nos ponen en los bares y cafeterías contienen una serie de frases, incluso en gallego, que son reflejo del “saber popular” o de las modas lingüísticas del momento. Otro tanto cabe decir de los envoltorios de los azucarillos, y también de platos y tazas, sobre todo de consumo turístico en este caso. Recuerdo que cuando publicaba en “El Ideal Gallego” mi muy leída sección diaria “Torre de cristal” en muchas ocasiones cerraba la misma con una frase popular o famosa. A continuación les ofrezco algunas de esas frases: “Más feliz que una perdiz”, Aprende a contemplar las cosas bajo la luz adecuada”, “Por suerte, los días malos también duran 24 horas”, “Simplemente complementarios”, “Sonríe ya, si acaso después buscaremos un motivo”, “No hay nada imposible”, “Comer y rascar todo es empezar”, “Resuelve los conflictos de forma adulta”, “Llegar y llenar”, “Marcho, que teño que marchar”, “La víspera del viaje, procura descansar lo suficiente”, “Si vas a conducir, evita las comidas copiosas”, “Por el pan baila el can”, “Cree en ti y todo será posible”, “”Se chove que chova”, “El camino al éxito es la actitud”, “Que tus sueños sean más grandes que tus miedos”, “El éxito es la suma de los esfuerzos repartidos día tras día”, “No sabes si me tienes o me sueñas”, Y lo del “saber popular” me trae a la memoria el famoso “Calendario Zaragozano” de mi infancia y adolescencia, y que aún circula. De carácter anual, tenía enorme difusión y gozaba de gran aceptación, sobre todo entre las gentes del campo, cuando no existía la información del tiempo como ahora, que no solamente hay numerosos programas en la tele, sino que tenemos una aplicación en el móvil. Mes por mes, el “Zaragozano” predecía muchas cosas y, al decir de los que lo recuerdan, acertaba en muchos casos. Tal cual se lo cuento. (Foto: Lajos Spiegel)