“El Rincón de Ger”, un magnífico complemento del emblemático y acogedor Hotel Santa Cristina

Se van a cumplir ya cinco meses desde que la cruel parca nos privó de la añorada e insustituible compañía física de Germán Pereiro Vázquez (a quien vemos en la fotografía, con su hija, Ana, y su esposa, Isolina), aunque su espíritu continúa estando con su muy querida familia y con la auténtica legión de amigos que gozábamos de su afabilidad, generosidad y bonhomía. Germán, un hombre hecho a sí mismo y un luchador nato, había logrado edificar y ampliar el emblemático y acogedor “Hotel Santa Cristina”, que está ubicado en la coruñesa playa del mismo nombre, muy cerca por cierto de mi domicilio y que considero como “mi segunda casa”. Fueron muchas las horas de amena charla que he compartido con Germán, incluso en el Estadio de Riazor cuando iba a ver los partidos del Deportivo de sus amores, ya que su localidad de Tribuna Superior estaba justo al lado del Palco de Prensa en el que yo me ubicaba. Esas conversaciones se reforzaban los viernes, día en que comía con él unos exquisitos espaguetis boloñeses que Germán había aprendido a cocinar durante su larga emigración en Suiza. Ahora, con la aquiescencia de su familia, mantengo el “ritual” y sigo disfrutando los viernes de los espaguetis que me prepara Suso, que es un cocinero de pro. La gran ilusión de Germán era llegar a ver a su nieto, Diego, al frente del complejo hotelero; pero, lamentablemente, no pudo ser….Ahora, su hija Ana está efectuando una profunda y muy atractiva reforma de la planta baja, que pasará a denominarse “El Rincón de Ger”, en su honor y recuerdo. Mi más cordial felicitación, querida familia, por tan excelente idea, y el deseo de los mayores éxitos. (Foto: Lajos Spiegel)