El jueves, a la 8 de la mañana, desde la ventana de mi despacho en la Playa de Santa Cristina, disfruté de un precioso espectáculo, muy propio de la época navideña en que estamos. Todavía estaba oscuro, el cielo gris parduzco bastante nublado, y había ligera niebla baja. La temperatura era de 0 grados, con una sensación real de 2 grados bajo cero, humedad del 100%, amenazaba lluvia y prácticamente sin viento (9 km. Por hora). Y con ese telón de fondo, la imagen de un gran crucero, totalmente iluminado, que acababa de rebasar el Dique de Abrigo del Puerto de La Coruña. Y eso me hizo recordar que debía a mis lectores un artículo sobre el tráfico de pasajeros en la terminal coruñesa, omisión que reparo ahora. Comenzaré por decirles que La Coruña está a la cabeza de los puertos gallegos en lo que al número de cruceristas se refiere. De acuerdo con los datos facilitados por Puertos del Estado, referido a los tres primeros trimestres de este año 2017, por la dársena coruñesa han pasado 133.849 pasajeros, a borde de 95 barcos. Eso supone un incremento del 55% en relación con los registrados durante el año 2016. Y, además, La Coruña ha logrado superar a Vigo, que contabilizó 119.147 pasajeros durante el mismo período, con un total de 59 barcos. Es digno de resaltar que Galicia en su conjunto (contando con Ferrol y Vilagarcía de Arousa), con un total de 270.000 cruceristas, ha crecido 8 veces más que España, incrementando sus cifras en un 15,8% en relación al año pasado. En septiembre hubo dos hitos importantes en el puerto herculino: el día 8 atracó por vez primera el trasatlántico de lujo “Celebrity Silhouette”, adornado exteriormente con banderas arcoíris y con 2.600 pasajeros del Turismo LGTB+, integrado por grupos y parejas de dicha condición sexual; y el día 13 La Coruña se hermanó con la mayor ciudad flotante llegada a sus muelles: el “MSC Preziosa”, con 4.300 pasajeros a bordo. (Foto: Lajos Spiegel)