José-Ramón Riobóo, magnífico Alcalde de Culleredo (La Coruña), le ha dado una nueva lección de buen gobierno, logros prácticos y eficacia real, al pseudo comunista Alcalde de Oleiros (La Coruña), Geluco García, mariscador f, tamborilero de tercera, acordeonista de poco pelo y payaso carnavalesco, un personaje populachero que no sabe más que darse autobombo y atacar a sus rivales políticos y ciudadanos. Me refiero a la extensión del servicio de los autobuses urbanos de La Coruña, para que se conviertan en metropolitanos. El mentado Geluco proclamó con bombo y platillo que los autobuses urbanos de La Coruña llegarían hasta la Playa de Santa Cristina el verano pasado, y fracasó rotundamente. Además, esa propuesta es una solemne mentira, ya que, de lograrla, su parada sería en la Rotonda de la Carretera de Santa Cruz (¿qué coño pinta aquí una Avenida al Che Guevara, cuando además presume el mentado Geluco de mantener los nombres “enxebres” y tradicionales de las calles y lugares de Oleiros?), quedaría a más de medio kilómetro de distancia de la Playa de Santa Cristina y con una larga y empinada cuesta de por medio. Mientras tanto, José-Ramón Riobóo negoció directamente con el Alcalde de La Coruña, Xulio Ferreiro (en la fotografía), y con la Compañía de Tranvías de La Coruña, dueña de los autobuses y de la concesión urbana, con el fin de que los autobuses herculinos lleguen a Culleredo y a Arteixo. Tanto el Pleno Municipal de Culleredo como el de Arteixo aprobaron ya el convenio, a firmar también con la Xunta de Galicia. De ese modo, la línea 24, que actualmente llega hasta Valaire, tendrá tres paradas más: Vallesur y Los Olivos, en Culleredo, y Montegolf, en Arteixo. Habrá seis viajes los días laborables, tres los sábados, y dos los domingos y festivos. Si no hay demoras técnicas, comenzarán en abril. ¡Chapó!.