Otra jornada más, otro partido más, otras ilusiones puestas en lograr –esperemos- un buen resultado y otro rival más en el que nos encontraremos los deportivistas de siempre con viejos conocidos. Evidentemente para los la mayoría de los jugadores que salten al campo los nombres de Djukic y de Xisco no les digan gran cosa. Salvo Manuel Pablo, Lux, Alex, Juan Domínguez, Lopo, Fabricio y no sé si alguno más que haya coincidido con Xisco, para el resto simplemente será un partido más ante un rival directo y en el que estamos obligados a volver a La Coruña con algo positivo que esperemos sea una victoria de esas que te dejan bien alta para el enésimo parón liguero que viene ahora (3 parones en 11 jornadas… ¿no es mucho?)
Pero para los deportivistas de siempre, para los que llevamos ya bastantes temporadas sufriendo / disfrutando con el equipo, este año está plagado de reencuentros con ex futbolistas que ahora defienden otras camisetas, con ex futbolistas metidos a entrenadores y, por supuesto, con ex entrenadores que ahora dirigen a otros equipos. Para llevar sólo 10 jornadas ya nos hemos enfrentado al Granada de Caparrós y de un Riki que poco va a jugar este año, con el Real Madrid de un Arbeloa que defendió la camiseta deportivista unos meses en 2006, del Español de Colotto y dirigido por uno de los héroes del Centenariazo: Sergio González Soriano, del Rayo dirigido por Paco Jémez y con Ze Castro en sus filas, del Valencia de Nuno y Barragán. Y ya para terminar, con el Getafe de Juan Rodríguez y que nos ganó la semana pasada con un gol de Lafita, el protagonista en el verano de 2009 de uno de los culebrones más enredados que se recuerdan por estos lares. Lo dicho, un año de reencuentros semana sí y semana también.
Pues eso, que esta semana nos toca enfrentarnos al equipo de Djukic, aquel yugoslavo que llegó al final de la temporada 90-91, que jugó los últimos 5 partidos y que contribuyó con su buen hacer en defensa al deseado ascenso del Deportivo. El resto de su historia ya la conocemos: 6 temporadas más en La Coruña, algunos goles marcados ocasionales, un penalti que ya es historia (curiosamente ese año marcó un gol en todo el campeonato y también fue de penalti) y una Copa y una Supercopa en su palmarés. Algo más consiguió en el Valencia, pues a otra Copa y a otra Supercopa hay que añadirle la Liga que ganaron los ches en la temporada 2001-2002. Pudo ganar otra Supercopa más ese mismo año 2002, pero claro, hubo un equipo muy bueno llamado Deportivo que les endosó un global de 4-0 y les dejó sin trofeo.
Por su parte, la carrera de Xisco en el Deportivo no tuvo los éxitos que sí tuvo su actual entrenador, pero para el recuerdo quedan hechos como aquel año que jugó casi toda la segunda vuelta con un vendaje en la cabeza tras encadenar una buena racha de goles. Al final, se dio cuenta de que los vendajes están muy bien para curar heridas, pero que no tienen nada que ver con meter un balón en una portería. Tras ese año, el Newcastle se fijó en él y dejó un buen e inesperado puñado de millones en las arcas deportivistas. Una cifra que luego no justificó en Inglaterra, pues su participación en el campo –ya no digamos en goles- fue muy escasa, siendo cedido primero al Rácing de Santander y luego en dos ocasiones al Deportivo: una en la segunda vuelta de la 2010-2011, donde jugó muy poco y aun así pudo anotar dos goles y luego la siguiente, cuando su llegada se percibió como un seguro para el ascenso y terminó siendo una presencia testimonial. Eso sí, para el recuerdo quedan dos de sus tres goles: el que le marcó al Nástic en el descuento y el decisivo del ascenso una semana después en Riazor ante el Huesca. Al finalizar esa temporada volvió a Inglaterra donde le cederían nuevamente al Córdoba que actualmente ya tiene en propiedad al futbolista.
Dos jugadores, Djukic y Xisco, que tuvieron su parte de historia en el RC Deportivo. Uno en una etapa de éxitos y otro en una época diferente. No sabemos exactamente el apego que pueden tener uno y otro actualmente al Deportivo (yo creo que lo sé, pero permítanme que me guarde la opinión), pero lo que es seguro es que ninguno de los dos habrá olvidado su etapa defendiendo los colores del Depor.
Y por nuestra parte sólo un deseo: que nos traigamos los tres puntos. Los necesitamos más que nunca. Y más tratándose de un rival directo como es el Córdoba. Los saludos a los viejos conocidos los dejamos para el final del partido.